Por: Alejandro Ruíz Robles
Salvo que alguien te haya dado información veraz de ella, dicen que la vida no es como la pintan y efectivamente, dista mucho de ser lo que cada habitante de este mundo nos podría señalar. Seguramente habrá millones de versiones y miles la definirán como tragedia o alegría; de luz o de sombra sin embargo, es sumamente difícil saber con exactitud sus experiencias e incluso, muchos nos darán sus apreciaciones sin haberlas siquiera experimentado en su camino. Por eso, lo más importante que he escuchado y lo aplico en mí es que la vida es única y depende de cada uno llenarla de trazos y colores.
“CUANDO ME VAYA DE AQUÍ”
Si hoy
hiciéramos un corte de caja en lo que llevamos de vida, ¿cómo nos atreveríamos
a describirla?, ¿nos mostraríamos satisfechos?, ¿justificaríamos nuestras
vivencias?, ¿qué sería lo sobresaliente y qué lo que quisiéramos cambiar?
Es curioso,
cada vez que surge este tema en charlas con amigos o reuniones sociales, la
mayoría pretende justificar con dichos lo que ha hecho, pero es sumamente
difícil encontrar a alguien que este satisfecho con su vida y más aún, que
realmente exponga sus razones.
Una persona
que llena su vida de explicaciones difícilmente tendrá una vida plena.
“NADA PERSONAL”
Incluso, cuando cuestionas a las personas por lo que cuentan, hay quienes se ofenden y se inhiben de continuar o simplemente, dan respuestas cortantes asumiendo que así son sus argumentos. En ese sentido, llama la atención que haya una gran cantidad de personas que piensen más en que decir de su vida que en pensar su vida y eso es sorprendente.
La gran
aventura que implica la vida es disfrutarla a cada paso hasta llegar a nuestras
metas. Es decir, planear nuestra vida nos llenará de
experiencias, aprendizajes y momentos agradables que nos darán la continuidad
necesaria para alcanzar nuestros objetivos propuestos.
“TAL VEZ, QUIZÁ”
Dentro de
las respuestas que escuchamos, resultan también las ambiguas. Lo que dicen con
una palabra o frase, lo desdicen con otra u otras. Y esto es triste, porque lo
único que reflejan es su gran desconocimiento o insatisfacción con lo vivido.
Esto da a
pensar a la gente que los escucha que no saben lo que quieren o pretenden de su
vida y desafortunadamente, lo reflejan en su núcleo, ya sea familiar o de
amigos.
Es válido a veces no saber que queremos, pero es triste que tampoco sepamos lo que no queremos, porque eso muestra una forma de vida sin objetivos; de simple sobrevivencia.
Cuando
éramos niños y estábamos con nuestros padres, teníamos no sólo el permiso de soñar,
sino que además aplaudían nuestros sueños y fantasías, mismas que conforme
fuimos creciendo y al verse fortalecidas por nuestros conocimientos, aficiones
y aprendizajes se fueron perfilando hasta llegar a dibujar nuestras metas. Conforme
lográbamos avanzar en nuestro desarrollo y superar las etapas que nos proponíamos,
era seguro que encontráramos mayores índices de nuestra aprobación por lo que vivíamos,
a diferencia de aquellos que no lo valoraban, no tenían expectativas o
simplemente, sólo cumplían requisitos.
A todo
esto, siempre resulta necesario detenerse y pensar: ¿quiénes seríamos
ahora si no hubiéramos soñado con alcanzar las metas y etapas que nos propusimos
en nuestras vidas?
“NOS HIZO FALTA TIEMPO”
Saber lo
que queremos es una ventaja al igual que el tiempo que nos llevaremos para ello
no obstante, en ocasiones “el hombre propone y Dios dispone” es decir, que haya
circunstancias que compliquen la situación y por ende, demoremos en alcanzar
nuestro objetivo.
En
nosotros estará la astucia para encontrar atajos o suprimir pasos que pudieran
sólo distraernos en nuestra meta lo que no se vale, es que no demos el valor
adecuado al tiempo y pretendamos alcanzar las metas cuando nunca nos
comprometimos realmente con ellas.
El tiempo
que tomemos en definir nuestros objetivos será tan importante como alcanzar los
sueños. Ser eficaces y eficientes para lograrlos son compromisos inherentes a
nuestras metas.
“ESTA TARDE VI LLOVER”
Y junto
con el tiempo que nos tomemos en alcanzar las metas, tenemos que desarrollar la
sensibilidad para disfrutar cada etapa y obviamente, las alegrías que consigo
lleven. El saber diferenciar el momento, el esfuerzo y el trato que merezca
cada instante, nos dará la satisfacción para saber actuar en los siguientes pasos.
Es
necesario que siempre tengamos en cuenta que la inteligencia y experiencia nos
podrán delimitar cada movimiento a seguir, las etapas a cumplir y las metas a
alcanzar; pero hay que aprender a sentir los momentos en que debemos apoyar o
ser apoyados y estar abiertos a compartir con quienes nos importan.
Encontrar
el equilibrio entre la razón y el corazón, nos dará los elementos necesarios
para alcanzar la satisfacción a cada momento.
“NO”
La
comunicación puede ser sencilla si se muestra con dos simples expresiones. Si
hay una palabra de fuerza en nuestra vida es “Sí”, la cual al expresarla nos da
una sensación positiva de que es posible, a diferencia de la palabra “No”, la
cual nos presenta un panorama negativo o de rechazo. Habrá que analizar también
el contexto, las circunstancias y sobre todo, el cuestionamiento de que se trate,
pero en términos generales, de esto depende la construcción de cualquier
mensaje.
El hecho
de ser una persona positiva no implica que a todo responda en forma afirmativa;
por el contrario, asumimos que esta respuesta está en función al conocimiento
de la situación, a su actuar asertivo y al compromiso de cumplir a cabalidad
con lo que ello implique. Por el contrario, de existir la respuesta negativa,
puede significar rechazo, límites o desconocimiento de lo propuesto.
Seamos de
las personas que dan respuestas positivas comprometiéndonos con quienes somos y
conforme a nuestras convicciones, de tal manera que no seamos parte del
problema. Tristemente, hay gente que para cada solución tienen un
problema.
“CONTIGO APRENDÍ”
Rescatemos
el espíritu asertivo de nuestros padres de cuando éramos niños; ellos hacían lo
imposible para que soñáramos y descubriéramos que todo era posible. No perdamos
esa empatía por nuestros ideales. Los sueños
siempre los tendremos sólo hay que buscar las herramientas y elementos que los
hagan posibles para nosotros.
El adulto
tendrá la fuerza, el viejo tendrá la experiencia y el niño tendrá la enjundia
para alcanzar sus metas. No perdamos de vista que esos tres roles coinciden en
cada persona en todas las etapas de su vida.
“MÍA”
Las
comparaciones serían excelentes si todos partiéramos de los mismos supuestos y
nos desarrolláramos en serie; conforme a un procedimiento no obstante, esto no
es así, podremos coincidir en ciertas etapas, valores o formaciones, pero cada
uno tiene la posibilidad de hacer su camino. En todo momento ten presente que
tu vida es tuya y no porque otros hayan logrado actuar de otra manera o
conforme a ciertos convencionalismos, tú no puedes ser creativo e intentarlo de
otra forma.
¡Haz tu
vida a tu manera, sé positivo y recuerda que tú eres, has sido y serás el
arquitecto de tu propio destino!
“POR DEBAJO DE LA MESA”
Si algo
hemos aprendido en nuestro camino es que las personas más valiosas que hemos
conocido son aquellas que actúan en congruencia; que existe relación entre sus
dichos y sus actos.
Asimismo,
aprendemos a valorar a aquellas personas que siempre hacen lo correcto sin
pretender afectar a los demás. Si la congruencia e integridad son dos
cualidades que apreciamos, ¿por qué no buscar también hacerlas del común
denominador de nuestra sociedad?
La
transparencia de nuestros actos hará que quienes están a nuestro alrededor
estén satisfechos con nuestro actuar; máxime que estamos en una sociedad en la
cual todo pareciere lograrse cuando se oculta al resto.
“DIME”
Ahora
bien, si hoy alguien te preguntara si estás satisfecho con tu vida, ¿responderías?,
¿qué dirías?, ¿darías razones o justificaciones?
¿No crees
que es un buen momento de reflexionar y analizar si has logrado tus sueños?
Si tú respuesta es positiva, ¡Felicidades!,
sigue iluminando tu camino y a las personas que están a tu lado, de ser lo contrario,
¿qué esperas para cambiar y llenar
tu vida de ti?
“SOMOS NOVIOS”
Enamórate
de ti y de tu vida. ¡Haz de tu Vida tu gran amor! Si nada nos llevaremos al partir, ¿por qué no llenarla hoy de satisfacciones que
enriquezcan el alma y nos den la plenitud deseada?
¡Voy a apagar la luz para pensar en “mí”!
Tómate el tiempo para meditar en tu actuar,
en tus logros, en tus objetivos y date cuenta si realmente estás logrando lo
que quieres y te da paz y satisfacción.
Tú tienes todos los elementos para analizar
tu vida y concluir si es la vida que quieres.
Recuerda que el amor empieza en ti y no hay
nada más romántico que enamorarte de quién eres.
Haz una introspección e invita a tu alma a
que esté en la plenitud que tanto anhelas después de todo, siempre será lindo
decirte: “YO TE ADORO… ¡VIDA MÍA”!
Posdata: A
la memoria de un gran hombre romántico: Don Armando Manzanero (1935/2020).
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