miércoles, 8 de noviembre de 2023

Te veo... ¿Te escucho?

 


Por Alejandro Ruiz Robles

¿QUÉ HACER PARA ESTAR BIEN?

Hablar de estar bien con uno mismo, pareciera hacer referencia al momento en que hay paz en nuestra alma, serenidad en nuestro corazón y tranquilidad en nuestra razón; sin duda, estamos en el mejor momento de actuar. “Todo converge y lo mejor de nosotros, emerge”.

Sin duda es ese momento en que encontramos la suficiencia en que podemos ser la mejor versión de nosotros, para nosotros mismos y para las personas que están a nuestro lado. Pretender hacer algo por alguien, si carecemos de algo o si en nosotros existe una deficiencia, es condenar a la otra persona a que no obtenga el resultado buscado.

En ese sentido, respirar el equilibrio logrado entre lo que somos y lo que queremos, nos lleva a tomar mejores decisiones y por ende, construir un mejor presente, edificando las bases para nuestro futuro.

Las personas sabias que han estado en mi vida me han enseñado que “nadie da lo que no tiene” y como consecuencia, es en la armonía que podemos lograr los mejores resultados.

¿Estás consciente de que, si tú estás bien, tendrás una mayor oportunidad de alcanzar lo que te propongas?

POR EL GUSTO DE ESTAR

Para nadie es un secreto que somos seres sociales y que logramos nuestra mejor versión de nosotros estando en comunidad, máxime si ésta es parte de nuestra elección o bien, el participar en ella es por convicción.

A veces pareciera que la imagen de alguien que está bien consigo mismo, se proyecta e irradia luz que sin duda, quien se encuentra en oscuridad, desea su cercanía. Y es en esos momentos en los cuales debemos preguntarnos si estamos listos para participar de la vida de alguien, escuchando su historia para saber que le provoca histeria.

Si ese alguien recurre a nosotros, es porque se encuentra en desamparo y si nosotros hemos encontrado el equilibrio, bien vale la pena compartir para favorecer la toma de decisiones que a ello lo lleven.

Es seguro que a este mundo venimos con diversos propósitos. ¿Consideras que el estar para otros, es uno de ellos?

EL DILEMA

Cuando alguien nos platica de una situación que le inquieta, es válido opinar, pero es mejor escuchar con atención y entender la situación. No tenemos una varita mágica para encontrar soluciones; sin embargo, la magia se da cuando alguien se siente atendido. No siempre quien nos platica requiere que le respondamos, a veces sólo escuchar a otro es una invitación válida para que la cordura aparezca y sea recibida en respuesta a cualquier cuestionamiento.

De hecho, parte de la solución del problema se da al ser hablado y sentirse escuchado, ya que esa dinámica de comunicación permite a quien habla, razonar sobre lo que dice, escucharse y tener un mejor panorama de lo que sucede.

Es curioso en ese contexto, la verdadera dificultad se da para quien escucha, toda vez que no estamos acostumbrados a escuchar sin emitir nuestra opinión y como consecuencia de ello, nos saca de nuestra zona de confort vernos limitados en la interacción.

“Mira quien habla”, “pon atención a tu audiencia”, serían frases aplicables para destacar el valor de la observación; muchas veces, asumimos o suponemos realidades que no suceden, de tal suerte que nuestras palabras distan mucho de la realidad que nos ocupa. Esto da pie a que haya una nueva problemática para quien recurre a nosotros, toda vez que no sólo se debe preocupar por lo que le sucede, sino también se da la incomodidad de no ser atendido y peor aún, recibir mensajes que no le son aplicables. Escuchar es un don. ¿Eres una persona virtuosa?

EL CONTENIDO EN LOS BOLSILLOS

Del pasado conservamos tesoros que nos ayudan a ser quienes somos, memorias del camino recorrido, hitos que hacen referencia a la ruta tomada y, desde luego, puntos de quiebre que por su importancia pueden ser pautas de vida o cicatrices del alma.

No hay como tomarnos un minuto para reconocer la importancia y mejor aún, invitar a la persona que nos platica, que no sólo tome en consideración su situación, sino también las fortalezas desarrolladas y virtudes adquiridas en su camino.

Es curioso, sin embargo, que muchas de las respuestas a nuestros problemas están en nosotros y basta con observar nuestra realidad para extraer la esencia de lo que nos inquieta y atenderla con nuestros recursos.

Desde luego que las palabras de terceros podrán endulzarnos el alma y hacernos fuertes para el proceso de solución de las dificultades, pero la base de la solución la encontramos en nosotros.

No te parece increíble que, si la respuesta está en nosotros, nos compliquemos la vida buscando fuera. Te has preguntado: ¿qué nos hace pensar que no tenemos el talento para superar nuestras propias dificultades?

… ¡Y SUCEDE!

Participamos de este mundo en sociedad y como tal, podemos vincularlos con las personas de múltiples maneras y durante miles de etapas en nuestra vida con diversos propósitos. La interrelación es tan básica en nuestra convivencia, que a menudo obviamos su importancia.

Cada vínculo es un ambiente de comunicación y son tantos los que generamos durante nuestra existencia que usualmente, olvidamos los irrelevantes, quedándonos con aquellos que por su valor aquilatamos. De más está decir, que en esa dinámica de socialización, unos pueden ser parte de otros y en cada uno de ellos habrá intereses, roles, comportamientos y personas distintas.

Comprender que para analizar una situación es necesario entender el ambiente que nos conflictúa es esencial para encontrar una solución; máxime si entendemos que debemos observar que este se encuentre completo, en equilibrio y orden.

El privilegio de escuchar nos brinda la posibilidad de ser una ayuda efectiva para quien nos habla; después de todo, pensemos que la tecnología, nos brinda cada vez más plataformas de conexión con otras personas alrededor del mundo, tristemente, pareciera que hoy carecemos de buscar esa empatía social y nos aislamos en los programas.

En las charlas, ¿buscas imponer tus ideas?

LA IMAGEN

Mirando la ciudad entendí que nuestra vida es como una caminata por sus avenidas principales que en octubre nos presumen sus alebrijes; es decir, debemos seguir a pesar de las fantasías y demonios que se presenten durante la ruta.

Desde luego que de la dinámica con otras personas, también tendremos la oportunidad de conocer los de ellos y, si bien, éstos no son nuestros, estaremos en posibilidad también de hablar de ellos.

Valorar a quien nos abre su corazón es importante, reconocer su esfuerzo y voluntad es básico.

La ventaja de estar juntos, establecer acuerdos y buscar propósitos conjuntos son lineamientos primarios para la construcción de relaciones. Darle prioridad a la comunicación como cimientos de cualquier relación nos llevara a buen puerto.

Un diálogo eficaz y eficiente nos permite fluir en aras de alcanzar nuestras metas, con el compromiso de saber que si te hablo me escucharás y esto será recíproco.

Oír,  no nos da la profundidad que las personas que respetamos merecen; escuchar es hacer que las palabras de otros den sentido a nuestro silencio.

A todo esto: ¿ERES BUEN ESCUCHA?

Posdata: Agradezco a la Escuela Javier Barbero por acreditarme en el programa “Coaching Sistémico Organizacional”, Edición 2023.



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