Por: Eva Montañez García
Psicóloga
Es un trastorno que consiste en arrancarse el pelo, acción que produce una sensación de placer o alivio cuando se concreta la acción.
El acto de arrancarse el pelo suele estar acompañado de algún estado emocional como: ansiedad, aburrimiento, tensión.
Las zonas afectadas más frecuentes son el cuero cabelludo, las cejas y los párpados, generando consecuencias como la alopecia, la ausencia de pestañas o cejas.
Algunas personas pueden negar ante los demás arrancarse el pelo, la mayor parte de esta población tiende a pellizcarse la piel, morderse las uñas y mordisquearse los labios. A los pacientes les cuesta trabajo detenerse aun viendo que su cabello se vuelve delgado o el cuero cabelludo con zonas sin pelo.
Qué hacer ante tal situación:
Acudir a terapia conductual con la intención de reconocer las situaciones que originan dicho comportamiento y cómo evitarlas.
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