Por: Alejandro Ruíz Robles
A todos nos daba alegría estar en casa y que
nos mostraran juegos nuevos, divertidos o que presentaran retos a nuestra
inteligencia, destreza e imaginación. Ya fuera: “Turista, Damas Chinas, Oca,
Serpientes y Escaleras, Lotería o Basta”, entre otros muchos; era todo un
desafío ser un digno competidor y ganar, ya fuera con la familia o amigos.
¿Cómo olvidar aquel que consistía en combinar
cierto número de piezas hasta componer una figura o imagen? ¿La recuerdas? ¡Exacto!… ¡“Rompecabezas”!
Es curioso, pero quizá nunca nos hemos
percatado que cada vez que lo jugamos, incrementamos nuestras habilidades
cognitivas, desarrollamos nuestra motricidad fina y mejoramos la capacidad de
retención de información.
¿Alguna vez has visto
a la vida como un juego para desarrollar nuestras habilidades?
LA
ESTRATEGIA ADECUADA.
Conforme entendemos el juego tomamos en
cuenta que existen estrategias para su adecuado armado es decir: prepara tu
área de trabajo, pon las piezas hacia arriba, visualiza la imagen muestra para
guiarte, identifica las piezas que tengan algo en común en su imagen o colores
y embonen entre ellas, une las piezas de los bordes y avanza hasta tener
completa un área y sigue hasta concluir en el centro y que todas las piezas
estén en su lugar.
A mayor o menor detalle, tener una estrategia
para formar las piezas con la imagen muestra es sumamente útil. Con ello, somos
más eficaces y eficientes para alcanzar nuestro objetivo.
Si utilizas una estrategia para un juego, ¿Cuál es la razón para no hacerlo en tu vida?
Al armar
la figura nos percatamos que pase lo que pase, hay piezas que no son compatibles y al forzarlas corremos el riesgo
de romperlas o maltratarlas haciendo difícil continuar el juego.
Si esto nos lo muestra esta dinámica, ¿Cuál es la razón para empeñarnos en la vida para hacer cosas que no corresponden a
la meta deseada?
En ocasiones nos aferramos a acciones, situaciones
o palabras que no representan en nada nuestros valores o se identifican con
quienes somos o a donde vamos y lo único que hacen es perjudicarnos a nosotros
o lastimar a quienes amamos.
Si algo no suma a
nuestra vida o beneficia a quienes amamos, ¿qué valor tiene apegarnos a ella y
actuar contra la lógica o los sentimientos?
La vida
está llena de pequeñas y grandes acciones y alcanzar nuestros sueños involucra la suma de todas ellas; sin embargo, para
perderlo todo, basta con un error, que por más pequeño que sea, a la larga
puede resultar en un daño inmenso o irreparable.
Analiza bien lo que tu vida requiere y
entiende que de nada sirve esforzarte siempre si al final, con un descuido
fracasas. En un instante puedes perder todo lo que has construido, asegúrate
que éste no se dé o bien, establece las condiciones para que se disminuyan los
riesgos de que se presente.
Si bien somos distantes a la perfección. ¡Haz lo necesario para que nada ni nadie
destruya tus sueños y mucho menos, que quien lo haga seas tú!
¿PIEZAS
O RETAZOS?
Integra tu vida en función de las piezas que
concibas no atendiendo a los retazos que dejes o encuentres. No te confundas;
pieza es un elemento preconcebido por ti para formar parte básica e integral de
un todo que es tu vida, en cambio, retazo es aquello que no tiene un valor
preponderante y resulta después de cortar un pedazo mayor que por sí tiene
utilidad.
Arma tu vida con las piezas que tú elijas
conforme a tus convicciones, valores, conocimientos y experiencias; no te
conformes con recoger retazos de la mesa o del suelo para hilarlos y formar tu
vida. ¡Decide construirte de
acuerdo con tus sentimientos y razonamientos y no a lo que se te presente!
¡SI
BASTARAN LAS PLEGARIAS!
Sin duda que invocar el apoyo divino para tu
día a día es por demás una acción maravillosa que en tu caminar se verá
reflejado no obstante, también pon de tu parte y toma las acciones y decisiones
que a ti correspondan. Cita el refrán: “a Dios rogando y con el mazo dando”;
razón por la cual, es de suma importancia que te esfuerces y construyas la vida
que has deseado, no sólo se lo dejes a la gracia del ser superior.
Si tienes libertad para soñar, elegir y
construir conforme a tus intereses, es por demás pretender dejar que alguien
más lo haga todo, sea o no terrenal.
Rezar es un
alimento para el alma, pero tu cuerpo también requiere trabajar para nutrirlo
en este mundo. ¡Equilibra ambos conforme a tus necesidades!
¿TE
SATISFACE EL DESAFÍO?
Construir tu vida puede resultar extenuante,
arduo e incluso, intimidante; máxime si lo comparas contra otros que ya han
logrado sus metas o bien, que por sus experiencias se dan de topes por los
resultados. Simplemente no te compares y comienza con pequeñas metas y avanza.
Piensa en que cuando iniciabas a armar tus “rompecabezas”,
no lo hacías con los de miles de piezas, seguramente te hubieras asustado por
su complejidad. Elige el diseño que te guste para tu vida, no el que tengas a
la mano; esto puede ocasionar que no le encuentres sentido o te frustres por el
resultado. ¡Ten presente que tienes miles de opciones!
¡Avanza
paulatinamente y date el tiempo de disfrutar cada paso hasta llegar al
resultado final!
ELIGE CON QUIEN ARMAR TU VIDA.
Si bien es
cierto que puedes armar por ti solo el “rompecabezas”, recuerda que para construir tu vida será necesario hacerlo con
personas que sean afines a ti, ya sea por afecto, interés común o la alegría
que te genera estar con ellas sin mediar más explicación.
Elige a quien llene tu vida con su presencia;
atendiendo que conforme avances en ella, puede haber tramos extenuantes,
difíciles o incluso, intimidantes. Además, ten en cuenta que en conjunto, se
producen más sonrisas.
Crea vínculos fuertes y estrechos con ellos
que consoliden tu núcleo familiar o de amigos, al tiempo que te diviertas con
su compañía y buenos momentos.
La vida te mostrará que cada uno tendrá sus actividades
atendiendo a su riqueza innata, aprovéchalas y disfrútalas. Siempre ten presente el valor de la
comunicación clara, oportuna y honesta y sé solidario con quienes integran tu
entorno porque cuando haga falta, ellos se mostrarán así contigo hasta que
coloques la última pieza.
Nunca encontrarás
mayor satisfacción que la que da la felicidad al alcanzar las metas propuestas
con las personas que te dan alegría.
CELEBRA
CADA DÍA.
Por cada pieza que pones en tu “rompecabezas”,
por cada meta que alcanzas, por cada día que la vida te premia, ¡agradece y
festeja! ¿Qué mayor sensación puedes tener que respirar con entusiasmo el aire
que te da tener la oportunidad de vivir para tener un momento más?
Al construir tu vida te darás cuenta de que,
por cada etapa lograda, habrá otra que presente un mayor reto y con ello, te
genere más expectativas y entusiasmo.
¡Ve por ella!
Es sumamente humano imponerte nuevos retos que presenten nuevos desafíos, ¡no te conformes! Quizá la única diferencia entre un “rompecabezas” y tu vida, sea que al iniciar el juego, no tengas la imagen que te sirva de referencia para concluirlo; pero ahí está lo maravilloso y tu gran reto: ¡TÚ TIENES LA POSIBILIDAD DE IMAGINAR LA VIDA QUE DESEAS VIVIR!
Y a
todo esto… ¿ERES LA PERSONA PREPARADA PARA PONER LA SIGUIENTE PIEZA DE TU “ROMPECABEZAS”
LLAMADO “VIDA”?
¡BIENVENIDA A SU JUEGO!
Posdata: A decir
de Antoine Saint-Exupéry en su libro “El Principito”:
“Me pregunto si las estrellas se iluminan con
el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya”.
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PALABRAS” en su 8º Aniversario, todos los miércoles te espero de 16 a 18 horas
a través de www.astl.tv. … ¡Te esperamos!
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