Desde el 17 de Marzo que se suspendieron las clases por la presente pandemia, cambió la forma del aprendizaje; todos los estudiantes de educación básica y media superior así como licenciaturas, quedaron confinados en sus hogares. Con este cambio padres e hijos tendrían que adaptarse al reto de llevar clases en casa. El sistema educativo se apoyó en utilizar la tecnología solicitando actividades por medio de la computadora, correo electrónico, programas educativos transmitidos en la televisión abierta, para darle continuidad al aprendizaje y no suspender lo que faltaba de concluir el ciclo escolar; las actividades pasaron del aula (aquí se contemplaba el diagnóstico de cada alumno basándose en las diferentes formas de aprendizaje, las habilidades que desarrollan en cada diligencia, la forma de asociar el conocimiento, la actitud en clase y con sus compañeros, entre otras más observaciones), a recibir actividades a distancia, evaluar trabajos meramente escritos y precisamente aquí es dónde una serie de inquietudes de todos los actores de la escuela fueron manifestando.
No sólo fue complicado para el alumno aprender en casa donde con tantos distractores, falta de acceso a la tecnología, hogares que cuenta si acaso con una televisión o una computadora y con más de 4 integrantes en diferentes niveles de educación, se les complicaba el no coincidir para su uso, buscando tal vez turnarse para ver los programas educativos con la finalidad de cumplir la tarea. Aparte padres de familia en esta situación también se vieron afectados con su rutina, ahora contaban con varios compromisos, dividirse los quehaceres de casa, atender las actividades del trabajo, vigilar a sus hijos en la realización de sus actividades diarias, recibir informes, mandar tareas, lo cual agregaba más estrés para ellos. Y esto, para las situaciones que les pinta bien el panorama, papás que perdieron el empleo o que son padres solteros, ausentes por motivos de trabajo y jóvenes que tienen que pasar más tiempo solos, no se dan cuenta de que manera resuelven su problemáticas en especial las escolares, otra circunstancia es que varios adolescentes y jóvenes mejor entraron a trabajar para apoyar con los gastos en su casa descuidando la escuela. Esto y más dificultades con las que la mayoría vivimos, sólo por citar algunas.
Hay una frase que dice: “Dale a un hombre un pescado y lo alimentarás por un día, enséñale a pescar y lo alimentarás toda la vida”. Esta situación de aprender a distancia demostró el mal sistema educativo que hemos arrastrado durante años, ni directivos, ni supervisores encuentran la pauta en el desorden, bien en nuestro sistema demuestra un claro atraso que arrastra nuestra cultura y la población en general.
Si es evidente que no contamos la mayoría de las personas con los recursos ni la tecnología para tener acceso al conocimiento. Se tiene que hacer una verdadera valoración de lo que tenemos enfrente como problemática, subrayar las carencias, las desventajas, no seguir suavizando las cosas como se ha hecho hasta ahorita, para analizar y afrontarlo, realizando el trabajo como se debe. Los maestros no sólo entendieron que la comunicación a distancia con los alumnos y tutores era compleja incluso nula, en varias ocasiones el alumno ni comprendía una indicación básica, se solicitó por parte de coordinación cambiar las actividades para que fueran más sencillas ya que el alumno a cualquier nivel depende mucho del maestro, depende que le pida atención, explicación frecuente; el resultado eran envío de trabajos pobres. Nos toca hacer conciencia de que la planeación a distancia no va a funcionar si sigue presente la situación así: se debe empezar a formar alumnos con mayor criterio, con necesidad de crecer, pero sobre todo con autonomía, con mayor seguridad, que entiendan que es lo que tienen que hacer, revalorar herramientas básicas que necesitan reforzar, promover más la comprensión lectora, con ello la capacidad de comunicación oral y escrita, fortificar la retención, el razonamiento, fomentándole más a la imaginación y la creatividad, desarrollar el pensamiento lógico y matemático, como también la educación socio-emocional, incluso ver la opción de que la visión de cada materia sea transversal, concretando los aprendizajes, llevándolos a situaciones que enfrentamos desde casa y volverlos significativos; esa es la finalidad real de la educación, crear sujetos que sean capaces de auto regularse, saber enfrentar las problemáticas que se les presenta con varias elecciones y lograr la auto realización de su persona, así conseguir cumplir con las competencias para la vida en esta nueva normalidad.
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