Y fingieron Ser Felices Para Siempre

Por: Eva Montañez García
Psicóloga

En esta ocasión abordaré un tema diferente a los artículos anteriores, pero de igual manera relacionado con ellos desde otra perspectiva.  Este tema es lo contrario a esa promesa, tan buscada relacionada con los cuentos de hadas dónde no importa lo difícil que las cosas se tornen, el amor siempre triunfa para pintarnos un "felices por siempre".

Nada de eso y es que,  en serio, nosotros nos debemos comprometer a construir nuestra felicidad día con día, ya que es un trabajo continuo pues existen personas que se encuentran en relaciones dónde no quieren estar sin embargo, parecen que están felice, se venden esa idea de felicidad; a los ojos del público manejan una relación perfecta cuando por dentro están sufriendo; bien decía Juan Gabriel: "que es más fuerte la costumbre que el amor". Que cierto es esto, cuando el amor no se trabaja, no sé provoca, que daño ha causado está premisa de que una pareja debe de ser para siempre y no estoy diciendo que hagas una pareja o una relación de papel, simplemente que si el trabajo para crecer dentro de la relación no es mutuo, tomes distancia de ahí, pues la idea de que el amor es medible, con los años que duras dentro de la relación, se ha dañado y se brinda una percepción errónea de felicidad o amor por el otro.

Y me han cuestionado en consulta el  por qué creo que las parejas de hoy, duran menos que las de antes. Por lo que yo respondo que esa cantidad de años posiblemente esté cubriendo una gran cantidad de dolor, dónde se hacen invisible varias situaciones de carencias, desamor, maltrato, que antes las relaciones eran más duraderas por la falta de opciones para las mujeres, pero también porque la mayoría de veces uno se adapta al otro para evitar el conflicto; hoy en día las relaciones se concentran en una lucha de poder por el mando dentro de la relación, por eso las relaciones actuales han cambiado. La dinámica ha cambiado, hay personas que no están dispuestas a soportar una relación dónde no están bien, aún el miedo a la separación, la costumbre o bien el hecho de si yo no soy feliz tu tampoco, cosa chistosa, pues no se separan del marido o la mujer porque dicen: que no van a dejar que se vaya con otro para ser feliz pues hicieron un compromiso, entonces esas razones contaminan una relación que puede ser positiva, se nubla la posibilidad de tener una relación con plenitud, que nos vamos a aguantar y  vamos a fingir esa felicidad eterna, entonces las recomendaciones para no fingir la relación perfecta:

1-  Abandona el miedo a no dañar al otro, tal vez por no dañar lo dañas más, pues el otro puede notar que estás ahí sin estar. Y se justifica con que es un buen padre o madre, si lo es, no lo discuto, pero no por eso quiere decir que sea buen esposo o esposa, ya que con la separación entre ustedes, no quiere decir que va a dejar de ser buen padre o madre.

Existen momentos donde no existe compatibilidad, conexión, química.

2 Olvida eso de que estás ahí por los hijos, está idea es ponerlos en una situación dónde lo haces responsables de tu infelicidad.

3 De vez en cuando ponte en protesta, no dudes de ti, no te resignes.

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