Si el hecho de contar con 10
Partidos políticos registrados significara, “democracia”, seríamos el país más
democrático del planeta, pero la realidad nos ha venido demostrando lo
contrario por decenas de años.
Sobra mencionar hasta el nombre
de los Partidos existentes en la actualidad, pues es motivo de pena ajena ante
la comunidad internacional; opiniones sobran en el sentido de que: “México es
un país de ricos, mantienen a un elevado número de Partidos políticos y a
funcionarios con magníficos salarios”; ni como refutar esas expresiones.
Pero tenemos los mexicanos ante
nosotros, una oportunidad única de cambiar las cosas; se ha dejado de anunciar
la Reforma Eléctrica, para suplirla por la Reforma Electoral, anunciado esto,
por parte del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Si como el presidente dice: “el pueblo manda y él obedece”; pues de ahí somos, dijera mi comadre, secundada por Doña María, que afirmaba: “por eso tamos como tamos, porque semos como semos”.
Más razón no podría caber en estas expresiones pues, es inconcebible que, sin que se pertenezca a Partido Político alguno, con todos contribuyamos económicamente y, desde los mismos consejeros del Instituto Nacional Electoral, sean beneficiados con salarios que rebasan en mucho los 200 mil pesos, cuando los de cualquier empleado o empleada mexicana, difícilmente llegan a ganar 10 o 20 mil pesos mensuales.
La propuesta de la ciudadanía,
para esta Reforma Electoral anunciada, deben de iniciar a plantearse ya, por
ejemplo: tener fecha única de elecciones ya sean para presidente de la
República, como para gobernadores, incluyendo presidencias municipales y una
fecha para la elección de Diputados y Senadores; reducir el número de Senadores
y Diputados, eliminando los llamados, plurinominales; el período de cada uno de
estos deberá ampliarse a seis años y cancelar las “reelecciones”, que ellos
mismos se aprobaron.
Siendo estos cargos un verdadero
honor para cualquier mexicano, al ser electos por el pueblo, por lo que se
denominan de, “Representación popular”, deberían ser honoríficos, pero difícil
resultaría, pues la costumbre está muy arraigada de llegar al Congreso de la
Unión a ganar mucho dinero en salarios, prestaciones, aguinaldos y bonos
inventados al por mayor; viajes por el mundo sin que les cueste ni un cinco de
su bolsa, realizar negocios turbios
amparados en el poderoso cargo que ostentan, que les reditúa muy buenas
ganancias.
Otra propuesta de los ciudadanos
debe ser que, los salarios, tal cual lo señala el decreto del presidente AMLO,
no rebasarán los $100 mil pesos, incluyendo los salarios de los consejeros del
Instituto Nacional Electoral (INE), lo mismo que la de los ministros de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Como cuando de beneficiarse se
trata, los Diputados y Senadores, siempre es aprobado por ellos mismos, sin
tomar en cuenta a sus “representados”, los ciudadanos, se formará una comisión
de vigilancia de honor y justicia, ésta velará en todo momento que, el
funcionamiento de estas instituciones legislativas, así como el actuar de los
legisladores sea regido por la honestidad, rectitud e información periódica a
sus representados, pidiendo su opinión en el sentido que deberá votar.
Podrán los legisladores contar
con ayudantías, por parte de Pasantes de Derecho y otras profesiones ad hoc a
las labores de estas instituciones, mediante un pago razonable por sus
servicios; los jóvenes universitarios deben ir incursionando en el quehacer de estas
Instituciones Legislativas, ya que, sobre ellos recaerá la responsabilidad de
regir los destino de nuestro país.
Se cancelarán las prerrogativas
que se les otorgan a los Partidos Políticos, quedando bajo su responsabilidad
la obtención de recursos económicos mediante actividades licitas para su
funcionamiento; no serán permitidas alianzas entre Partidos, toda vez que,
estas solo han servido para corromper a estas organizaciones y sin pudor alguno
aliarse para mantener su propio registro y seguir recibiendo millones de pesos
en prerrogativas.
Partido Político que pierda su
registro, no tendrá oportunidad tras dos elecciones, de solicitar un nuevo
registro con otro nombre; la Bandera Mexicana, como emblema nacional de todos
los mexicanos, no será utilizada como logotipo de Partido político alguno.
Tras estas propuestas más las que
se agreguen a esta Reforma Electoral por los mexicanos, sabremos cual es la
democracia que impera en nuestro país, México. “Mía la voz, de toda la
palabra”.
bnpb146@hotmail.com
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