jueves, 24 de junio de 2021

Cuando Habla un Presidente

 


Por: Blanca Nieves Palacio Barreda

Refiriéndome a quienes han ocupado la presidencia de México, los ciudadanos nos hemos acostumbrado a escuchar de ellos, frases tan disímbolas, que rayan en el cinismo, la ignorancia, o el autoritarismo, que contrastan con la realidad en la que se vive en este país y sobre todo con el estilo de vida que ellos mismos llevan; por supuesto hay presidentes cuyas frases por su importante contenido, son desconocidas o simplemente ignoradas.

 

Porfirio Díaz, dijera sobre sus críticos y periodistas de esa época: “perro con hueso en la boca, ni muerde ni ladra”;  Álvaro Obregón, afirmó contundente: “nadie aguanta un cañonazo de cincuenta mil pesos”.

De ahí en adelante, cada presidente ha podido decir lo que su intelecto le dicta que, como hemos constatado los ciudadanos, no es mucho y, recurren a la demagogia sin pudor alguno:

 

Adolfo López Mateos: “La revolución mexicana fue la revolución perfecta, pues hizo rico al pobre, al pobre lo hizo pendejo, al pendejo lo hizo político y al político lo hizo rico”;  Gustavo Díaz Ordaz: “Estoy orgulloso del año de 1968, porque me permitió salvar al país”; Luis Echeverría Alvarez: “Las relaciones con los Estados Unidos ni nos perjudican, ni nos benefician, sino todo lo contrario”;  José López Portillo, ante la inminente devaluación de nuestro peso frente al dólar: “ Defenderé al peso como perro; “Miguel de la Madrid, padre del neoliberalismo mexicano: “No dejaré que el país se deshaga entre mis manos”; Carlos Salinas de Gortari, a los críticos de su gobierno: “ Ni los veo ni los oigo”; Ernesto Zedillo Ponce de León, ante un indígena que le ofrecía en venta una de sus artesanía: “No traigo cash”; Vicente Fox, al decirle en 2004  a Fidel Castro, durante la Cumbre extraordinaria de las Américas: “Comes y te vas”; Felipe de Jesús Calderón, ante el fraude: “yo gane, haiga sido como haiga sido”; Enrique Peña Nieto, se destacó con su frase: “la corrupción es cultural”;  “Andrés Manuel López Obrador: “ yo tengo otros datos” y, “abrazos no balazos”.

 

Cada una de ésta frases describe a quien la dice, y el pueblo las escucha sin darles mayor credibilidad y más aún, les imprime la intención que, sí se apega a la realidad, como es el caso de lo dicho por López Portillo: “la solución somos todos”, que la vox populi le corrigió para decir: “la corrupción somos todos”, lo mismo que a, De la Madrid, con su Renovación Moral; “la renovación va pal morral”.

 

Muchos han sido los años en que los mexicanos  padecimos el llamado, “dedazo priista”, pues el presidente saliente designaba a su sucesor, a fin de que éste, “le cubriera las espaladas”,  como coloquialmente se dice y no fuera investigado por los fraudes cometidos y el enorme daño ocasionado a la Nación, al entregar concesiones, firmar tratados y convenios con extranjeros que, solo a ellos beneficiaban y siguen beneficiando, aun en este nuevo gobierno cuyo apoyo de los ciudadanos fue contundente.

 

La espera del “aseo”, anunciado por el actual presidente, López Obrador, de que: “se barrería la corrupción como se barren las escaleras, de arriba hacia abajo”, sigue en el pensamiento y deseo colectivo de muchos mexicanos, que, conscientes de que, tal cosa no será posible, pues los poderes fácticos, los dueños del dinero, con los que el presidente suele reunirse, así como los representantes de las fuerzas armadas, simplemente no le permitirán realizar esa acción, antes al contrario, cada día nos da más sorpresas sobre lo que son las verdaderas intenciones de quienes llegan a ocupar la presidencia de la República.

 

 Vemos con un dejo de desencanto, con tristeza, pero con firme convicción que, las cosas cambiaran en nuestro país, cuando este empiece a ser limpiado de abajo hacia arriba, porque como bien lo dice tres grandes hombres, que alcanzaron el título de próceres en la historia:

Benito Juárez: “Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos los traicionan”. Lázaro Cárdenas del Río: “Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras traiciona a la patria”. Simón Bolívar: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder, el pueblo se acostumbra a obedecerlo y él a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía”; cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho”.

Tres años resta a este nuestro gobierno elegido, para rescatar los bienes de la nación, propiedad de los mexicanos y, podamos transitar en libertad, seguridad y en paz, por nuestro querido México.

 

bnpn146@hotmail.com

 

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