jueves, 15 de abril de 2021

Recuerdos o Documentos

Por: José Ruíz Mercado

Cada vez la relación con las redes sociales se vuelve común hasta el grado de dejar de redactar porque tenemos una frase hecha. La minimización al extremo de igualar una cena familiar con una actividad de repercusión histórica.

   Revisar los sitios en las redes nos permite estudiar a sus usuarios. Este estudio debiera funcionar para adentrarnos en las necesidades, alcances, educación, valor de procesos escolares, dirección sociopolítica y demás.

   Este trabajo de investigación ya se hace. Existe una herramienta llamada cookie, en buen español galleta, de seguimiento, utilizada por las compañías publicitarias, entre otras. De hecho esa es la información con la cual se mantienen las redes, y se vuelven lentas las máquinas.

   ¿Cómo sacarle partido a esta herramienta? Es decir ¿Cómo sacarle partido a las redes sociales? Esto depende de cada usuario, no de las redes por sí mismas. Un error en el cual caemos. Darle vida independiente, irnos a fabricar una prosopopeya venturosa digna del mejor cuento de hadas.

   ¿Cuáles son los miedos? ¿En dónde la crisis genera necesidades? ¿Qué tipo? ¿En dónde está el ciudadano dispuesto a todo? ¿Qué es ese todo? De entrada parecen alternativas para un seguimiento político, pero puede ir más lejos.

   He sostenido la necesidad de estudiar las redes como currícula escolar. En una primera instancia en un acto de civismo. Entender al otro nos lleva al respeto de la diversidad. Comprender la otredad misma como autentipificación del yo.

   Seguridad, disciplina. Quien más miedo a las máquinas tiene mayor es la agresión al otro, busca el error antes que el hallazgo. El cierre al mundo antes que la sociedad del conocimiento. Cuando llega la falla viene el equívoco en la culpabilidad del otro. En el peor de los casos. No soy yo, es el sistema.    

   La falla en el conocimiento, a través de la historia, genera dependencias, mitos, toda una gama de relaciones tóxicas en donde el sentimiento de poder y sumisión está presente ¿Hasta dónde la generación actual se le ha dado el lugar no ganado cuando se afirma el manejo mecánico de los aparatos mal llamados inteligentes?

   ¿Desde cuándo la máquina está por encima de su inventor? ¿Cuál fue el proceso para llegar a fabricar dicha herramienta? De nuevo el oscurantismo ante la falla en la memoria histórica en la formación social.

   La educación escolarizada actual sostiene demasiadas fallas. Empezando por la visión individualista. Le sigue el santoral de los héroes nacionales antes que los análisis sociales, la supremacía de los conflictos intergrupales como si fueran la problemática social. Con esto el caudillismo con todas sus consecuencias. El idealismo como norma y justificación de la casualidad. Todo como acción individual.

   La historia oficial lleva a una falta de identidad además de minimizar la participación colectiva, se mencionan los descubrimientos de la ciencia como un hecho al azar. Cuando dormía debajo de un manzano le cayó una fruta en la cabeza, nada es producto de la reflexión, todo es azaroso; los agentes políticos son decididos, arrojados, valientes, parecen formar parte de la liga de la justicia, mientras los artistas son nimios, callados. Todo es lo oficial.

   La educación escolarizada necesita un cambio de paradigmas. En donde se reestructure esa visión idealizada. En donde el individualismo deje de ser causa y efecto. En donde la sociedad del conocimiento sea la base, el fundamento del respeto al trabajo.

   El estudio de las redes sociales nos puede dar pautas. Generar propuestas. Ver lo social desde otra perspectiva. Romper mitos. Pero sobre todo, buscar nuevos alcances. Saber jugar con los sitios, hacerlos propios.

   Revisemos la sociología, los movimientos, el tipo de usuario. Desde quien va afirmando que come, a dónde va, el más angustiado en este periodo de confinamiento, el opinólogo a la menos provocación, quien cree ser importante por aparecer en reuniones con personalidades. Esas fotos de la FIL tan dadas a presumir inteligencia, hasta las cariñosas de los buenos días o las buenas noches, sin faltar, por supuesto, las posiciones político religioso de los tiempos electorales; y claro, las notas científicas. Revisemos esas notas, esos usuarios, incluyendo los miedos a ser vistos.

   Para el investigador social las redes sociales son un tesoro; desde el sociólogo hasta el historiador, desde el psicólogo hasta el politólogo. Estudiar las tendencias, los documentos, los procesos sociales. Porque no es lo mismo un recuerdo que un documento. Un recuerdo sólo le compete a un individuo. Un documento contiene información, la cual será decodificada para interpretar el hecho desde el punto de vista del especialista.

Revisar las redes. Los usuarios. Su alcance. Visión del mundo. Ubicar a los participantes de la vida social, como piensa. También es importante conocer el latir de los grupos, la conflictiva interna.

Revisar la actividad de los usuarios. Cómo maneja su espacio en las redes. El análisis de la historia y su repercusión cotidiana. Como se quiere o como se minimiza. La minimización al extremo de igualar una cena familiar con una actividad de repercusión histórica. Vemos frases de los usuarios que no se dan su espacio, su estatura.

   Frases como recordar es vivir, o, aquellos fueron otros tiempos; el lugar común, la frase degradada, ante la visión inteligente, consciente, alegre, propositiva. El gusto de reconocer y reconocerse en la historia.

   En una página de Facebook José J Vásquez comenta acerca de la obra de su padre y la relación con Higinio Ruvalcaba: Nuestros padres se presentaron juntos varias veces, mi padre en el podio y el maestro Higinio como solista de la entonces Orquesta Sinfónica de la Universidad en la temporada de 1958, y luego da un sitio Web: https:// www.josevasquez.com.

   Ahí está la utilización de los medios, la visión ágil, convencido de su participación histórica y no la minimización al extremo de igualar una cena familiar con una actividad de repercusión histórica.

 

 

 


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