Por: Marcela Magdaleno Deschamps
Recientemente
entrevistamos a la doctora Lucy Oliva especialista en tanatología y desde que
la conocí compartimos ideas, entorno a libros como “El libro tibetano de la
vida y la muerte de Sogyal Rimpoche, algunos textos de Brien Weiss, otros, de
Elizabeth Kübler Ross, El libro egipcio de los muertos, Los grandes iniciados
de Eduardo Shure y algunos otros, de Sócrates, Madame Blavadsky, Krishnamurti, y
por supuesto, La Torá y la Biblia, nos unieron.
Así,
en medio de la pandemia y con tapabocas reflexionábamos acerca de los
sentimientos humanos debatiéndose entre la vida y la muerte, me pareció
sumamente importante que nos hablara sobre cómo lidiar con la muerte de un ser
querido.
¿Cómo
puede un ser lidiar con la partida de un ser querido porque el dolor es tan
intenso?
-Normalmente
se piensa que si te vas a dormir al día siguiente despertarás de diferente
manera, pero pasa el tiempo y en vez de confrontar esa realidad, vas
adormeciendo el dolor y lo confundes, creyendo que lo has dejado ir. Pero te
pregunto: ¿dónde dejaras ese dolor? ¿estás haciendo lo correcto? O solo estás evadiendo.
Dejar ir un sentimiento no es dejar de sentirlo y recordarlo, no es un proceso
que se da como magia. Para ser más explícita si deseas desarrollar una habilidad
esta no se da solo por pensarla ni por compartirlo, debes dejarte guiar por una
persona que tenga el conocimiento de guiarte, de otra forma seria aprender de
un amateur o sufrir en silencio escondiendo ese volcán interno que te está
quemando sin que lo sientas ya. Faltarían muchos detalles para hacerlo un arte,
una obra de arte. Entonces podrás entender que, si sufres una perdida y estás
sufriendo un profundo dolor, requieres ayuda. Yo llevo en este camino muchos
años y estoy preparada para acompañarlos en este proceso.
¿Dra.
Lucy, cuándo descubrió su vena poética?
-Yo
escribo por escribir desde que aprendí a jugar con las letras, como el que
canta con gusto con o sin talento.
¿Desde
dónde sana usted a sus pacientes?
-Como
médico recibo a mis pacientes por dolor físico, pero yo busco más, entonces,
los curo desde su necesidad, a veces el dolor es físico, otras el dolor es
emocional y muchas tantas su dolor está en el alma, que sangra de manera
invisible sin ser menor al dolor físico de una herida o de un golpe.
¿Cuál
es el secreto de su vigorosidad, alegría y entusiasmo?
-Saberme
mover en esta dualidad, si-no, vida-muerte, frio-caliente, enojada-contenta,
día-noche, etc.
¿Usted
se considera que la frase” touch of and ángel”, le queda a usted?
-No
lo sé, creo que tu podrás opinar mejor al respecto, no niego la existencia de
los ángeles, pero yo me dirijo con el mero mero, con "El Creador del Universo" y él
se encarga de todo, él sabe cómo mover las piezas como si estuviera jugando
ajedrez y me lleva justo a donde y con quien debo estar para continuar mi
camino y llegar a mi meta, no dudo que en situaciones adversas me rodea de
ángeles y me defienden.
Díganos,
¿por qué decidió ser tanatóloga?
-Decidí
por la tanatología porque encontré mi pasión aquí, entonces, inicié una
preparación que no le veo fin. Yo siempre hago lo que me gusta y lo que me
gusta hago. Y poder transformar el sufrimiento en paz es algo que me
proporciona una gran satisfacción como profesional y como persona.
Finalizamos con un poema que la doctora Lucy Olivia nos ha regalado para
entender de otra manera el tema del duelo.
Poema
“Dualidad”.
vida-muerte,
muerte
vida…
Mucho
se ha hablado y se sigue actualizando este concepto de dualidad,
los
opuestos en uno mismo, y entre los dos, mirándose, confrontándose,
reconciliándose,
se ve cómo surge la creencia
y
no la creencia, la religión y la espiritualidad, a veces quizás
una
efímera confusión
con
la inminente, cruel y despiadada o esperada y reconfortante muerte del que vivo
está.
No
es más que estando en contacto con la muerte
que
se entiende lo que es vida, y no es que viviendo sin vivir te olvidas de la
muerte.
Uno
se conecta con el otro en ese acto de sentirse,
de
aproximarse,
de
vivirse,
de
soñarse
y
del intento, también de alejarse.
Nada
nuevo estoy diciendo,
es
solo compartir que sin vivir plenamente no se tiene conciencia de la muerte,
pues
cuando no vives plenamente en vida, estás muerto
y
cuando vives mueres lentamente.
¡Ah,
qué dichoso aquél que vive pensando en morir, y hace de su día el más pleno,
se
levanta y tomando un café se dispone a escribir,
meditar,
cantar,
compartir…
Es
un cliché decir “la vida es una”
pero
una y dura realidad,
se
vive y se muere, en una e irrepetible acción
que
en un sueño
Dice
el poeta: “la muerte misma te despierta en la eternidad venciendo a la misma,
altanera
y
orgullosa muerte”.
¡Ah
qué realidad tan pesimista!, cuando le restas peso a la vida y se lo pones a la
muerte,
sí
vivir es ganancia la muerte es un regalo
de
descanso o de castigo en la eternidad.
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