martes, 29 de diciembre de 2020

Dualidad

Por: Marcela Magdaleno Deschamps

Recientemente entrevistamos a la doctora Lucy Oliva especialista en tanatología y desde que la conocí compartimos ideas, entorno a libros como “El libro tibetano de la vida y la muerte de Sogyal Rimpoche, algunos textos de Brien Weiss, otros, de Elizabeth Kübler Ross, El libro egipcio de los muertos, Los grandes iniciados de Eduardo Shure y algunos otros, de Sócrates, Madame Blavadsky, Krishnamurti, y por supuesto, La Torá y la Biblia, nos unieron.

Así, en medio de la pandemia y con tapabocas reflexionábamos acerca de los sentimientos humanos debatiéndose entre la vida y la muerte, me pareció sumamente importante que nos hablara sobre cómo lidiar con la muerte de un ser querido.

¿Cómo puede un ser lidiar con la partida de un ser querido porque el dolor es tan intenso? 
-Normalmente se piensa que si te vas a dormir al día siguiente despertarás de diferente manera, pero pasa el tiempo y en vez de confrontar esa realidad, vas adormeciendo el dolor y lo confundes, creyendo que lo has dejado ir. Pero te pregunto: ¿dónde dejaras ese dolor? ¿estás haciendo lo correcto? O solo estás evadiendo. Dejar ir un sentimiento no es dejar de sentirlo y recordarlo, no es un proceso que se da como magia. Para ser más explícita si deseas desarrollar una habilidad esta no se da solo por pensarla ni por compartirlo, debes dejarte guiar por una persona que tenga el conocimiento de guiarte, de otra forma seria aprender de un amateur o sufrir en silencio escondiendo ese volcán interno que te está quemando sin que lo sientas ya. Faltarían muchos detalles para hacerlo un arte, una obra de arte. Entonces podrás entender que, si sufres una perdida y estás sufriendo un profundo dolor, requieres ayuda. Yo llevo en este camino muchos años y estoy preparada para acompañarlos en este proceso.

¿Dra. Lucy, cuándo descubrió su vena poética?
-Yo escribo por escribir desde que aprendí a jugar con las letras, como el que canta con gusto con o sin talento.

¿Desde dónde sana usted a sus pacientes?
-Como médico recibo a mis pacientes por dolor físico, pero yo busco más, entonces, los curo desde su necesidad, a veces el dolor es físico, otras el dolor es emocional y muchas tantas su dolor está en el alma, que sangra de manera invisible sin ser menor al dolor físico de una herida o de un golpe.

¿Cuál es el secreto de su vigorosidad, alegría y entusiasmo?
-Saberme mover en esta dualidad, si-no, vida-muerte, frio-caliente, enojada-contenta, día-noche, etc.

¿Usted se considera que la frase” touch of and ángel”, le queda a usted?
-No lo sé, creo que tu podrás opinar mejor al respecto, no niego la existencia de los ángeles, pero yo me dirijo con el mero mero, con "El Creador del Universo" y él se encarga de todo, él sabe cómo mover las piezas como si estuviera jugando ajedrez y me lleva justo a donde y con quien debo estar para continuar mi camino y llegar a mi meta, no dudo que en situaciones adversas me rodea de ángeles y me defienden.

Díganos, ¿por qué decidió ser tanatóloga?
-Decidí por la tanatología porque encontré mi pasión aquí, entonces, inicié una preparación que no le veo fin. Yo siempre hago lo que me gusta y lo que me gusta hago. Y poder transformar el sufrimiento en paz es algo que me proporciona una gran satisfacción como profesional y como persona.

Finalizamos con un poema que la doctora Lucy Olivia nos ha regalado para entender de otra manera el tema del duelo.

Poema “Dualidad”.
vida-muerte,
muerte vida…
Mucho se ha hablado y se sigue actualizando este concepto de dualidad,
los opuestos en uno mismo, y entre los dos, mirándose, confrontándose, reconciliándose,
se ve cómo surge la creencia
y no la creencia, la religión y la espiritualidad, a veces quizás
una efímera confusión
con la inminente, cruel y despiadada o esperada y reconfortante muerte del que vivo está.
No es más que estando en contacto con la muerte
que se entiende lo que es vida, y no es que viviendo sin vivir te olvidas de la muerte.
Uno se conecta con el otro en ese acto de sentirse,
de aproximarse,
de vivirse,
de soñarse
y del intento, también de alejarse.
Nada nuevo estoy diciendo,
es solo compartir que sin vivir plenamente no se tiene conciencia de la muerte,
pues cuando no vives plenamente en vida, estás muerto
y cuando vives mueres lentamente.
¡Ah, qué dichoso aquél que vive pensando en morir, y hace de su día el más pleno,
se levanta y tomando un café se dispone a escribir,
meditar,
cantar,
compartir…
Es un cliché decir “la vida es una”
pero una y dura realidad,
se vive y se muere, en una e irrepetible acción
que en un sueño
Dice el poeta: “la muerte misma te despierta en la eternidad venciendo a la misma, altanera
y orgullosa muerte”.
¡Ah qué realidad tan pesimista!, cuando le restas peso a la vida y se lo pones a la muerte,
sí vivir es ganancia la muerte es un regalo
de descanso o de castigo en la eternidad.

 

 

 


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