lunes, 14 de septiembre de 2020

La Dilatación o Contracción del Tiempo

                                           

Por: Ármando Arévalo Hernández, Doctor en Ciencias 

Cuando pensamos en el tiempo, por lo general pensamos que siempre va para adelante, porque eso es lo  que vemos, de las 9 a.m. siguen las 10, 11 12, 13, 14, 15, horas, jamás pensamos que primero es el 15 luego el 14, 13, 12, 11, 10 horas. Esta inferencia lógica y mental  es correcta de acuerdo a nuestra experiencia diaria. Si le preguntas a alguien: ¿qué es el tiempo? No lo pueden definir con precisión, cada uno da su punto de vista, algunos  afirman que cuando están en un evento placentero  o están haciendo algo que les gusta, el tiempo se les pasa muy rápido, que ni lo sienten, mientras que si están enfermos o les aflige algo, sienten pasar el tiempo en forma muy lenta, pero eso es meramente una percepción mental del tiempo, muy alejada de lo que los físicos hablan del tiempo.

¿En la física, realmente el tiempo puede hacerse lento, o más rápido, esto es ya no como una actividad mental humana que depende del estado anímico del momento,  sino como un fenómeno físico independiente de toda actividad mental humana?  La teoría de la relatividad de Einstein nos dice que sí, que el tiempo puede hacerse más lento cuando estamos viajando, siempre y cuando la  velocidad sea más rápida, que las velocidades a las que ordinariamente estamos acostumbrados. Einstein descubrió con su teoría de la  relatividad  que si lográramos velocidades cercanas a la velocidad de la luz, el tiempo se haría tan lento que tendería a  cero. Si abordáramos una nave con esas velocidades tan fantásticas como lo es  la velocidad de la luz, el tiempo se detendría en el interior de  esa nave. Einstein pensó que no podía haber nada que pudiera viajar más rápido que la velocidad de la luz, pues pensaba que el tiempo no se podía hacer negativo, además de la imposibilidad de que pudiera existir aparato alguno (conocido por el humano) que pudiera desarrollar esa velocidades extremas.

Si tuviéramos 30 años al subirnos  a ese  cohete (que lleva la velocidad de la luz) y tuviéramos un hijo de 1 año de nacido, el niño se queda en la tierra, mientras nosotros hacemos ese viaje al espacio en ese artefacto y tardamos 30 años  en el viaje interestelar, al regresar, nosotros seguiríamos con 30 años, mientras que nuestro hijo tendría 31 años; ¿que paradójico verdad?,  nuestro hijo es más viejo que nosotros por un año;  igual si tardáramos más años en ese viaje a la velocidad de la luz, nuestro hijo envejecería más que nosotros que estamos viajando a la velocidad exorbitante; el tiempo en nuestro cohete es cero, esto es, no pasa, no existe, según  la relatividad de Einstein.

Unos 50 años antes de Einstein, existió un físico ruso, que ya había propuesto tomar al tiempo como una dimensión más, esto es,  a las tres dimensiones  que la física newtoniana estudiaba

(alto, largo y ancho), propuso  agregar  una cuarta dimensión: “ el tiempo”, decía que todo se mueve en un tiempo por lo tanto era una dimensión más. Mikonski era el nombre de este científico ruso, que no pudo demostrar matemáticamente  (manipular con matemáticas), que el tiempo era una cuarta dimensión.

Einstein, gran matemático y físico (Judío-Alemán-Americano), aceptó el reto de tomar al tiempo como una dimensión más y por medio de las  matemáticas de las transformadas de  La Place,  (matemático que desarrolló como pasar las dimensiones  de un sistema cartesiano a otro, así como agregar dimensiones a estas coordenadas cartesianas, lo que implicaba unas matemáticas muy  complejas que eran fácil para Einstein por ser un gran matemático).

Sus matemáticas demostraban que, muy diferente a las velocidades de la física Newtoniana (donde se manejan velocidades muy pequeñas), al manejar velocidades cercanas a la luz, el tiempo se contraía y se dilataba, esto es, tendía a cero y sus fórmulas  postulaban que al llegar a la velocidad de la luz en el interior del objeto en movimiento,  el tiempo se detendría o dicho matemáticamente, sería cero. Llegó a la conclusión que el tiempo no era estático, como se había venido pensando sobre el tiempo, y también que no era mono direccional, a pesar de ser eso lo que observamos diariamente.

Los científicos de su época no lo podían creer, pero fue hasta que se comprobó en tiempos modernos  que efectivamente tenía razón,  que  sus matemáticas eran correctas.

El experimento que lo vino a demostrar, fue cuando científicos alemanes  confirmaron que el tiempo  se mueve mas lento para un reloj en movimiento (a velocidades que están fuera del movimiento newtoniano) que para uno  que está en un punto fijo  (tal como Einstein lo había afirmado).  Esta verificación de una de las varias  predicciones  de la Teoría Especial de la Relatividad de Einstein, realizada por científicos como Theodor Hänsch, director del Instituto Max Planck de Óptica (premio nobel de física), vino  a corroborar que el tiempo no solo se puede mover para adelante, sino también para atrás, tendiendo a cero que es el límite del tiempo cuando se está viajando exactamente a la velocidad de la luz.  Para concluir este artículo, te preguntamos, con estos conocimientos que se tienen sobre el tiempo actualmente, ¿es posible que existan maquinas del tiempo y se pueda viajar en él?  ¿Qué opinas? 




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