La Olla de Presión

Por: Psicóloga Gretel Canseco

Todos sabemos cómo funciona una olla de presión, el calor (estímulo externo) hace que el líquido en su interior se expanda y genere presión en las paredes de la olla (estímulo interno). Pero, ¿Por qué si la presión aumenta con el calor que se sigue aplicando, la olla no explota? La olla cuenta con una válvula que se levanta para dejar escapar un poco de vapor y que la presión se mantenga constante, así la tapa de la olla no sale disparada.

En nuestra sociedad ocurre algo similar. Hay eventos estresantes día con día (las fuentes de presión), los conflictos personales, en el trabajo, las frustraciones de pareja, las decepciones, la mala comunicación, la soledad, la situación política, la inseguridad, recientemente la pandemia (cada estornudo se convierte en una señal de alarma que se dispara a cada rato) y un largo etcétera.

Todo esto se va acumulando en el interior de cada persona cuando no sabe gestionar adecuadamente cada conflicto. Las reacciones son variadas y de diferente intensidad. Las “manifestaciones” públicas se convierten en la orden del día porque el individuo quiere “ser visto”, necesita “ser escuchado” y “tomado en cuenta”. ¿Esto le interesa a la clase dominante? obvio y más que obvio, NO. Pero si es interesante para ellos el saber exactamente cómo se comporta una masa y, un poco más allá, cómo se controla.
¿Tú lo sabes?. La historia del estudio de las masas proviene de los movimientos revolucionarios que se convirtieron en una amenaza para el desarrollo del capitalismo industrial. En este contexto el control de las masas se vuelve una preocupación creciente de los gobiernos. A lo largo del desarrollo humano se ha hecho uso de la psicología de masas para controlar al pueblo, ya que si tienes el poder para controlar a las masas, tienes el poder de gobernar.

Entre el gobierno de nuestro estado y la población actualmente hay un estira y afloje, no hay un consenso entre la fuerza que se puede ejercer para hacer respetar las leyes y la coerción para imponer ideas con las que la mayoría no está de acuerdo. Esto caldea el clima moral peligrosamente.

Cuando una persona se integra a un colectivo, a un grupo, a una “masa” se genera un fenómeno peculiar: «lo heterogéneo se hunde en lo homogéneo».
El “Yo” deja de existir para crear un “Nosotros”. Esto quiere decir que hay una momentánea pérdida de identidad, que va a durar lo que dure unida esta “masa”. Existen masas estables (como las organizaciones, instituciones, etc) y masas efímeras (aquellas reuniones de grupos de diversos tipos que comparten una motivante pasajera) como las marchas y manifestaciones públicas.

Las masas tienen características propias como son: la impulsividad, la inconsciencia, la falta de perseverancia, son influenciables y crédulas, acríticas, volubles, intolerantes, tiene sentimientos simples y exaltados, quiere ser dominada y sometida a la vez. En la masa predomina una falsa ilusión sobre lo real.

Otra característica que vale la pena resaltar es que las masas presentan un bajo rendimiento mental, son dominados por las emociones,hay un nivelamiento intelectual. El hecho de que una mayoría coincida en algo no significa que necesariamente sea lo correcto. La falta de información, el peso de los intereses de cada grupo o la ausencia de suficiente reflexión pueden hacer predominar ideas equivocadas.

¿Te suena conocido? Piensa en cualquier manifestación pública que hayas visto, así se comporta.

La masa no existe sin un líder, los grupos colectivos se sienten atraídos por el prestigio que presenta el líder (aunque no siempre el líder es el organizador de estas manifestaciones). Se valen de un evento que pueda ser representativo y enardecer las opiniones, como los feminicidios, las agresiones policiales, etc. Toman un caso específico como bandera para encender la mecha y convocan a un evento en un lugar abierto y público para que haya acceso. Se crea la ilusión de que la gente está siendo vista y escuchada y se le distrae de otros eventos trascendentales de la vida política del país. La gente, la masa, la olla de presión explota y después, poco a poco, se tranquiliza porque ya dejó salir la mayor cantidad de vapor. Ya estamos listos para la siguiente olla que nos quieran inventar. Causas sobran.
Si te pones a pensar un poco, cada que la presión social se eleva y las autoridades detectan un posible levantamiento surge una manifestación en la que vemos elementos perfectamente orquestados tanto por elementos del “orden público” como de parte de la “población”. Personas que claramente no pertenecen a ninguno de los dos grupos pero los representan en el montaje.

Al final se logra lo que estaba planeado, la gente libera la presión acumulada al sentir que “hizo algo por cambiar la situación” aunque solo sea marchar, hacer bola, o cargar un letrero. fenómeno similar al de replicar publicaciones en redes sociales.

El fanatismo es un fenómeno de masas, son grupos que se obsesionan y se ciegan por un idealismo que puede llevarlos incluso a la destrucción masiva (cuestiones comunes en las religiones o partidos políticos, por ejemplo).

Yo solo te pediría que veas claramente ¿a qué le prestas tu energía?, ¿a la motivación de quién?, en el tren de cuál incentivo te vas a subir?. Infórmate, investiga, escucha voces diferentes, planea, haz algo concreto, saca tus conclusiones, aporta, construye, ESCOGE TUS BATALLAS!

Psicoterapeuta, Flores de Bach

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