Por: Patricia Alvarado
Comunicadora popular, defensora
de derechos humanos.
En crisis de emergencia
sanitaria, de guerra o de migración; la educación sigue vigente en el contexto
de ser la herramienta más poderosa para mitigar toda fragmentación que pudiera
detonar en los diferentes entornos sociales.
El aprendizaje a “control remoto”
o a distancia es una alternativa para las comunidades estudiantiles evitando la
deserción escolar o dejando inconcluso curso o grado, adquiriendo al mismo
tiempo protección contra la violencia en situaciones de confinamiento social.
Garantizar el aprendizaje a
distancia requiere de gran compromiso gubernamental, social y familiar; desde
el gubernamental facilitando soluciones rápidas a las competencias digitales
para quienes impartirán las clases desde las plataformas idóneas con el
abastecimiento de redes de conexión móvil, computadoras y luz eléctrica en las
regiones más alejadas del país, garantizando al alumnado que su educación será
de su máxima satisfacción al hacerla dinámica y creativa por parte del
profesorado.
Un derecho que tendría que estar garantizado sería el de la inclusión donde todos y todas tengan el beneficio de aprender desde casa, a lado de sus familias en ambientes armónicos y tranquilos; enfatizando este derecho en el alumnado que proviene de bajos recursos materiales para que estos reciban computadoras o dispositivos informáticos con adecuado sistema de accesibilidad a las redes informáticas como el internet como derecho humano.
Un derecho que tendría que estar garantizado sería el de la inclusión donde todos y todas tengan el beneficio de aprender desde casa, a lado de sus familias en ambientes armónicos y tranquilos; enfatizando este derecho en el alumnado que proviene de bajos recursos materiales para que estos reciban computadoras o dispositivos informáticos con adecuado sistema de accesibilidad a las redes informáticas como el internet como derecho humano.
De vital importancia es que los
y las docentes obtengan sus implementos de trabajo acorde a su desempeño
(salario digno, implementos de trabajo, computadoras, acceso a redes
informáticas, espacio, calendarización de actividades).
Socialmente construir comunidad
es indispensable para interacción positiva en el desarrollo de un país, estado,
o ciudad.
En el entorno familiar la
enseñanza pedagógica en casa necesita de estímulos de armonización al recibir
las clases, un ambiente tranquilo y sano contribuirá al aprovechamiento de las
mismas.
Los problemas o conflictos
psicosociales derivados del aprendizaje en casa su solución dependerá de la
autorregulación del alumnado, de la no saturación de las actividades escolares
y de las aptitudes metacognitivas de los estudiantes; y de la comunicación
eficaz entre los/as docentes, padres y madres de familia y el estudiantado pues
es de aceptar que el confinamiento tiene visos de sentimientos de estar en
“soledad”.
La Agenda 2030 de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible numeral 4: nos señala la garantía de una educación
inclusiva, equitativa y de calidad así como la promoción de oportunidades de
aprendizaje durante toda la vida de todos y todas.
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