Fue el muelle camino amargo,
elogio a la locura en el tierno ocaso
testigo de una despedida sin final intenso.
Fue el muelle vía al solitario barco
negro silencio haciendo sombra
donde al viejo sol le urgía dormir.
Fue el muelle una afilada navaja
cortando en dos al horizonte
quedándose una parte de mí contigo.
Deseé fueras madera, muelle
para que sintieras sobre ti mis pasos
y grabar en tus grietas mis huellas.
Fui muelle ocultando mi llanto
con el crujir de la madera
en un lenguaje palpitante
victima de mis titubeantes pasos..
Victoria Falcón Aguila D.R 2015
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