Por: José Ruíz Mercado
Los teóricos de la educación, de la
psicología, convergen en el hecho de la importancia de los años iniciales en la
vida humana. Lo interesante es la coincidencia de los cinco años. Ahí donde el
proceso de crecimiento es vital.
María Montessori escribe acerca de esta etapa. El cerebro del niño es
como una esponja. Absorbe todo. A diferencia de la esponja, en donde ésta tiene
una finitud, el cerebro va en vías de percepción.
Así, tanto Piaget, Jung, y otros más mencionan esta etapa de la vida
como fundamental. Cuando se encuentra el niño rodeado de un universo armónico,
el infante logra generar el (re) conocimiento de su entorno.
Contrario al decir popular: es niño, no entiende, la percepción lo lleva
a recrear su universo. Momento en la vida en donde la percepción de los valores
está abierta y cuestionante. Nada hay más impredecible
La escena del niño al enfrentarse a la acción del padre en El Ladrón de Bicicletas
es posiblemente todo un dato aleccionador que nos resume lo anterior. Una de
las escenas más fuertes, resolutoria.
El niño es un ser pensante con una mira amplia, con una respuesta al medio, pero, además, con un corpus aleccionador, el cual, no nos haría nada mal pensarlo un poco, ir hacia lo interno del yo, para iniciar a comprendernos.
LAS APORTACIONES DE MARÍA MONTESSORI
Su obra está cargada de polémica. Mujer de su tiempo. Analista contestataria,
se atrevió caminar más allá de lo permitido por su sociedad. Fue la primera
mujer graduada en medicina a pesar de la negación de su padre y de los
catedráticos de la escuela.
Fue una activista del feminismo naciente en los inicios del Siglo XX. Participa
en congresos internacionales por los derechos de la mujer. Vive en el periodo
de las dictaduras fascistas, lo cual la obligó a ir de un país a otro.
Sus aportaciones a la educación fueron base para los procesos en la
llamada psicología evolutiva, la mayoría de las veces sin darle crédito. Tal es
el caso de Jean Piaget, quien tomó la teoría del proceso de conocimiento en una
edad temprana
Montessori hizo la reflexión de adecuar el espacio en donde habita el
niño con juguetes que le permitan hacer su mundo propio. El niño entenderá así
el como, si le falta, le sobra una pieza es que algo tuvo una falla.
El niño, sin ayuda del adulto genera, acorde a sus necesidades, todo un
proceso de conocimiento, cada uno con su ritmo. El adulto entra aquí como su
acompañante, como parte del aprendizaje. Por lo tanto, será básico la conducta
de entrega a la labor educativa.
El ejemplo antes dado del Ladrón de Bicicletas está claro. Un niño con
una conducta intachable de pronto ve a su padre hacer exactamente lo contrario
a su educación. El reproche llega, el valor ético en esa acción no está
presente.
A cualquier nivel social el proceso de adecuación al medio está
presente. Lo importante es la libertad implícita en dicho reconocimiento.
Montessori trabajó en diferentes niveles sociales, con niños con problemas de
conducta, tanto emocionales como con deficiencias.
Los niños autistas requieren de un trato especial. El espacio debe ser
el adecuado. El determinismo ausente, los procesos educativos deben observar el
problema a tiempo. Y trabajarlo.
Los darwinistas se convirtieron en los depredadores más críticos. A la
evolución de las especies no pueden oponerse la leyes de la naturaleza, lo
afirmaban.
Contemporánea de Freud, investigadora asidua. Luchadora social. Siempre
tuvo un objetivo claro: La educación libera de sus cadenas sociales al
individuo.
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