Jorge
Navarro en su periodo de director de la Escuela de Lagos invitó a trabajar a
Alfonso de Lara Gallardo. Invitó a ver la mística de la naturaleza en su vasta
unidad del universo.
El hombre en su destino, convivir con lo
natural porque la ontología humana es la naturaleza misma. Decía con esto estar
de acuerdo con Ortega y Gasset, el filósofo de la estética del devenir universal
afirmaba el maestro Navarro.
El maestro Navarro tenía ese don de maestro.
A quienes nos tocó charlar con él siempre salíamos con una apreciación del
mundo diferente. Los últimos años, cuando tenía su estudio en Santa Tere, ese
barrio emblemático, cuna de Porfirio Torres (Postof) y Raúl Bañuelos, leímos,
comentamos, acerca de los textos de estética de los grandes filósofos del arte.
El periodo de la Escuela de Lagos llevó al
maestro Navarro al paisaje, a la abstracción de las figuras de la naturaleza,
luego, a un geometrismo sincrético, colorístico, prueba de ello lo tenemos en
el plafón de la Estación Juárez del tren ligero en Guadalajara.
La relación humana con el medio, más aún, la
relación con su medio, los grandes teóricos lo han señalado. El lenguaje no lo
es todo. Se requiere de un proceso de asimilación, una especie de traducción,
acorde a lo vivido y la respuesta al mundo.
Carmen Alarcón estudia en el Cultural
Cabañas (posiblemente algún alumno de Lara Gallardo o Jorge Navarro le dio
clases) Expone en el Salón Guadalajara, en sus momentos claves.
El Salón Guadalajara estuvo en Palacio
Municipal. Desde su creación hasta su clausura lo dirigió Gustavo Curiel
Ballesteros. Fue sede de la obra de los principales autores de la entidad.
Carmen Alarcón estuvo presente con su obra.
El mundo corre. Los universos del
conocimiento se amplían. Las circunstancias parecieran reunirse entre
latitudes. Sencillamente el mundo pequeño se comparte en múltiples
circunstancias.
Relieves
fue un proyecto de Francisco Sandoval López, bastante interesante, en la ciudad
de Tepatitlán de Morelos, Jalisco. De nuevo ese acercamiento de la naturaleza
con el arte, digámoslo con propiedad, la esencia de lo humano.
Hablo en ese tono superlativo de bastante
interesante por las cualidades de su obra, por el sincretismo de la línea, por
la conjugación de los lenguajes. Los libros de artista.
Hago la noche prófuga/ de insomnios/ y lunas
embriagadas/ así la lluvia/ se diluye en silencio. La lluvia resbalando por la
suavidad del cuerpo del individuo, carne madera de la especie.
En 1998 el reconocimiento a su obra con la
beca FECA, de Jalisco por el trabajo Relieves de Ahuehuete, un año después en
el Festival de la Leche, organizado por el CUALTOS, de la UdG.
Se habla de Talla en Madera, exposición en
la Escuela Nacional de Antropología e Historia en la ciudad de México, el año
del 2002, además de Relieves de Francisco en el Festival Unidos por el Arte de
La Piedad Michoacán el año de 2014.
Francisco Sandoval López comenta de su
obra: "Partí de las raíces, de la madera del río, de la hoja en blanco y del
terco ensimismamiento. Están ustedes, mi gente transparente y la implacables
embriaguez del universo en puerta.
El año de 1990 asiste al taller de Carmen
Alarcón. La historia misma se conjuga en ese universo ampliado. Los
acontecimientos, las propuestas, la visión del mundo en circunstancia.
"La paradoja oculta de mi condición
humana la que inventé en mi origen: el arte desde las raíces de los ahuehuetes
y el grabado del taller" la voz del artista con su mundo.
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