Por: Blanca Palacios Barreda
Periodista
Poco
entendible para la gran mayoría de los mexicanos resulta, la confrontación que
se avizora entre nuestro país vecino, Estados Unidos del norte de América y Canadá
contra México; estos 3 países como viene ocurriendo desde decenas de años atrás, firman Tratados comerciales en los que se especifican las reglas y normas a
seguir y respetar lo que en esos “tratados” se señale, mismos que son suscritos
por los presidentes de los países involucrados.
De
amplio conocimiento ha sido que entre estos tres países señalados, siempre el
más perjudicado ha sido México; los presidentes en turno se han encargado de
poner de rodillas a nuestro país frente al resto de estos países y el de
España, Francia, Inglaterra, Alemania.
Sobre todo, desde que en 1924 quien fuera secretario de Estado en E. U. Robert Lansing dijera: “México es un país extraordinariamente fácil de dominar porque basta con controlar a un solo hombre, el presidente”, aconsejando: “abrirles a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo por educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto del liderazgo de Estados Unidos”.
Por supuesto el tiempo le ha dado la razón a Lansing, pues han llegado a la presidencia de México, jóvenes hijos de políticos adinerados, educados al modo estadounidense, que se siente orgullosos de entregar las riquezas de nuestro país a través de contratos leoninos, que van más allá de un tiempo razonable a empresas extranjeras.
Ningún
contrato, ni tratado ante cualquier país, debe tener validez, cuando de un latrocinio
y despojo se trate antes, al contrario, presidente mexicano que lo haya
suscrito, es un verdadero traidor a la Patria y debe enfrentar la justicia.
Con
indignación, los mexicanos hemos padecido por largas décadas de
presidencialismos priistas en complicidad con los panistas, como los beneficios
sobre todo de nuestro petróleo, energía eléctrica y minas han hecho millonarios
a presidentes y funcionarios de alto rango y más aún a empresarios extranjeros
que, sin mayor problema cuentan con contratos hasta por 50 años con derecho a
renovarlos por otros 50 años más.
Ante
la defensa que hoy se hace del importante recurso de la energía eléctrica, los
empresarios, presurosos e indignados acuden ante sus presidentes, Justin
Trudeau, de Canadá y Joe Biden de E.U. a denunciar al gobierno mexicano de
violar lo señalado en el T-MEC (Tratado México, Canadá Estados Unidos), así ha
sido informado el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Hay
quienes, al escuchar en su mañanera a AMLO, decir con claridad: “nos
defenderemos”, se le ha criticado señalándolo como: “un bravucón, que no podrá
contra E.U. y Canadá”; pero hay muchos otros más mexicanos que, pensando en el
bien de México ven con beneplácito esta acción que no habíamos visto nunca en
un presidente de la República Mexicana.
Que
este presidente no se amilane y demuestre estar dispuesto a defender este importante
patrimonio nacional, sin duda le redituara el respeto y confianza que ha venido
perdiendo por muchas de sus incorrectas actitudes y comportamientos, así como
compromisos adquiridos con personajes que han sido precisamente, quienes han
hundido a nuestro país.
Hemos
sostenido a lo largo de estos tres años la importancia que conlleva una
verdadera Transformación, lo que hemos esperado con paciencia y tolerancia
desde hace aproximadamente 80 años, manteniendo también una firme disposición
de defensa de nuestro territorio nacional.
No
valdrán exigencias, amenazas ni de uno, ni dos, ni tres o más países, ni de
presta nombres nacionales antipatriotas, para conservar esos perversos
privilegios que los han enriquecido hasta la ignominia, dejando a millones de
mexicanos en la miseria.
La
firmeza de AMLO en el rescate de todo aquello que nos pertenece, será la mayor
prueba de su verdadero patriotismo, porque el “gatopardismo”, lo tenemos bien
conocido.
@blanca
palacios
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