“LLORAS
COMO MUJER LO QUE NO SUPISTE DEFENDER COMO HOMBRE”
Si bien,
esta frase se atribuye a la sultana Aixa, madre del
último rey islámico de Granada, Boabdil “el Chico”, al momento que salió de
la Alhambra tras entregar las
llaves de la ciudad a los Reyes Católicos, el dos de enero de 1492; lo cierto
es que fue escrita tres siglos después por el padre Echevarría en una obra
titulada “Los paseos de Granada”, cuya pretensión de dicha obra era dar
una semblanza poco favorable del rey moro.
Sin
embargo, el texto de esta frase es contundente y nos lleva a reflexionar sobre
la manera que actuamos ante los compromisos que tenemos que cumplir y los retos
que enfrentar.
De más
está el hecho de dar excusas cuando fallamos o presentar argumentos que buscan
evitar nuestra responsabilidad en las falencias.
Y ante
ello, es legítimo pensar: ¿damos lo
mejor de nosotros para alcanzar nuestros objetivos?
“LAS LÁGRIMAS NO LAVAN NUESTROS YERROS”
¿Cuál es la razón para abandonarnos en el
sentimiento y buscar miles de excusas para nuestra falta de acciones, compromiso
y responsabilidad?
Pretender
que nuestro llanto va a abonar a encontrar un resultado deseado está fuera de
lugar; es mejor actuar en tiempo con razón y sensibilidad atendiendo a las
circunstancias según se presenten.
¿De qué
nos sirve llorar un río y mostrar preocupaciones de lo que pasa si bastaba
ocuparnos oportunamente del problema?
En alguna
ocasión que nos reunimos diversos ex compañeros de la escuela, comentando lo
que habíamos hecho hasta esos momentos con nuestras vidas, en términos
generales resultaban dos trayectos básicos: los que habían dejado de estudiar y
los que habían acabado su formación profesional. En el caso de los primeros, la
mayoría coincidíamos –incluyéndolos a ellos– que realmente su deserción de la
escuela podía atender a miles de circunstancias, pero realmente era que no
habían tenido interés en continuar. Ante tal situación, algunos señalaron que
en el momento en que alguien se acostumbra a llenar su día de justificaciones,
pierde el rumbo en su andar.
Pensando
en ello, te pregunto: ¿Vives para
justificarte o para actuar?
“CON
LÁSTIMA NO SE CONSTRUYEN SUEÑOS, SALVO QUE TU DESTINO SEA LA MISERIA”
Esta
expresión que se lee dura, nos lleva realmente a reflexionar: ¿qué se gana
haciéndose víctima en el entorno que nos toca vivir?
¿Cuántas
ocasiones se llenan nuestros oídos con argumentos absurdos de conspiraciones,
mala fe o simplemente, antipatía que predica alguien que no se ha comprometido
con lograr por sus medios algo en esta vida?
Considerarse
despreciado, afectado o simplemente marginado, ¿es una razón para no alcanzar los
objetivos?
De lo que
me ha tocado observar, nunca he encontrado a nadie que auto infligiéndose haya logrado
metas sólidas distintas a degradarse como persona.
¿Crees que haya alguien que piense que compadeciéndose a sí mismo es el camino para lograr sus sueños?
“LA FUERZA
QUE ME DA SER YO MISMO”
Si en tu
camino ha habido personas que te han compartido conocimientos, experiencias,
consejo e intenciones para lograr que tú encuentres la mejor versión de ti, ¿lo has logrado?
Resulta
increíble que haya personas que confían en ti para lograr alcanzar tus sueños y
seas tú quien lo dude y sabotee tu andar.
Desde
luego que es probable que creas que dichas personas se ciegan con el
sentimiento de amor o la fe que te tienen y en consecuencia, te asuman más
fuerte de lo que piensas para afrontar tu realidad sin embargo, ¿no es también válido el hecho que haya más
razones que sentimientos cuando ellos reconocen tus habilidades y capacidades?
En otro
contexto, si algo nos afecta es ser soberbios con quienes somos y darnos
características superlativas que nos llevan a perder nuestra sensatez por las
falacias que pretendemos ser.
Ante
panoramas tan distantes, mírate con mesura y no pierdas objetividad al evaluar quién
eres, recuerda en que tu fortaleza
radica en la mesura en como vives y piensas.
“MI MUNDO
DE CARAMELO”
Conforme
las personas crecemos y desarrollamos nuestro camino, nos damos cuenta de que
el paraíso que de pequeños nos hablaban dista mucho de ser el de la realidad en
que vivimos.
Lo que era
un futuro de ensueño para quienes nos aconsejaban en nuestra niñez resulta que es
una realidad distinta, tan compleja que sólo al vivirla le podemos asignar los
adjetivos que consideremos es decir, resulta tan tersa o áspera, tan sensible
como cruel, tan lógica como loca, entre otras, atendiendo a la manera en que
nosotros decidamos vivirla. Si bien, no todo serán momentos aterciopelados, lo
cierto es que si puede resultar generosa conforme a los compromisos que
asumamos.
Vale
recordar que por más que
pretendamos un destino de fantasía, el contacto con las espinas son las que nos
llevan a tomar precauciones y prepararnos de una mejor manera para lo que
viene.
SIMPLEMENTE,
¡INHALA Y EXHALA!
Recuerdas que
al aprender a correr, era tal nuestra desesperación por hacerlo que nos
agotamos en segundos e incluso, nos provocaba molestias en los costados no
obstante, una vez que estás desaparecían, continuábamos con nuestras proezas. A
medida que nos instruían sobre la manera de respirar, era menos factible que
presentáramos dolencias.
¿Y sabes?,
en el fondo eso es lo que pasa. A menudo nos olvidamos de las razones por las
cuales valen la pena los esfuerzos y únicamente nos avocamos a pasar el tiempo
sin mayores complicaciones.
Nos
cuestionamos el motivo para trabajar cuando no hay respuestas inmediatas a nuestro
desempeño; como consecuencia de ello las oportunidades junto con los momentos desaparecen
y cuando vemos en lo que nos hemos convertido, nos auto engañamos con excusas.
Nos
acostumbramos tanto a evitar la fatiga que no hay límites para lo patético que
podamos mostrarnos después de todo, para esa manera de ser no resultamos
responsables de nada y habrá tantos culpables como evasivas al compromiso de trabajar
en mejorar por nosotros.
Quien da
lo mejor de sí a cada momento se expone a fracasar, pero en su insistencia y
preparación estará su victoria; por el contrario quien vive en la oscuridad, se
olvida de la luz en su camino.
Sea la
ruta que decidas o bien, te conformes, siempre es válido tomarte un tiempo para
respirar y oxigenar tu mente y corazón. ¡Nada está escrito cuando tú te comprometes contigo a ser la mejor
versión de ti!
¡LUCHAR
POR TUS SUEÑOS, DEFENDER TUS IDEALES!
¡1, 2, 3
inhala! ¡1, 2, 3 exhala! El resultado será que con la frescura que te llega a
los pulmones, hay sensaciones de confort en tu cuerpo y tranquilidad en tu
mente.
Del pasado
somos esclavos en la medida en que no surja el amo que asuma el reto de
construir su camino. Sin duda, que las lágrimas podrán ser expresadas como respuesta
ante los duelos que enfrentamos, pero nunca que sean tal, que se conviertan en
un muro que contenga nuestras ganas de soñar y realizar.
¡Quien tiene convicciones debe tener el compromiso de alcanzarlas! ¡Quien
tiene excusas, cuestionará con el tiempo la dignidad de sus vivencias!
Es cierto
que al final del camino tendremos la visión de nuestra vida no obstante, en cualquier
momento podemos tomar una pausa para analizar lo que hemos hecho y modificar
nuestras metas.
Siempre
que haya vida tendremos la posibilidad de hacer mejoras en ella ¿Estás dispuesto a trabajar para construir el
futuro que anhelas basado en un presente de compromiso?
¿Asumirás con convicción tus tropiezos para levantarte hasta conseguir tus
metas? O bien, ¿serás
la suma de excusas que oculten tus fracasos?
¿Ahogarás en lágrimas el ideal de la persona que soñaste?
Posdata: Agradezco el Certificado
que me hace RPC / RED DE PRENSA COLOMBIANA E INTERNACIONAL por haberme afiliado
como “Periodista Judicial y Locutor Profesional” en Colombia.
Twitter: @22Publica
Linkedin: Correduría Pública 22
Importante: Síguenos “EN TUS PROPIAS
PALABRAS” todos los miércoles de 16 a 18 horas a través de
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… ¡Te esperamos en su 9º Temporada!
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