Por: Alejandro Ruíz Robles
“NADA
ES MÁS DIFÍCIL, Y POR LO TANTO MÁS PRECIOSO, QUE SER CAPAZ DE DECIDIR.” (NAPOLEÓN
BONAPARTE)
Si algo define nuestra vida son las
decisiones que escogemos en nuestro camino; a mayor dificultad, tendemos a
tomar con mesura el definir las acciones a seguir.
Es común que las decisiones más trascendentes
para un país sean las que correspondan a las elecciones de sus dirigentes o
bien, las que sean decididas por sus representantes en las Cámaras.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas sólo delegan en éstos su
decisión y se olvidan de dar seguimiento al mandato que efectuaron y con ello,
no se involucran en su deber cívico.
Si bien esto es importante, volvamos a lo
básico: ¿realmente estás consciente de cuales han sido las elecciones trascendentes
que te ha presentado la vida?
“DONDE
NO HAY DECISIONES, NO HAY VIDA.” (J.J. DEWEY)
La vida nos ofrece oportunidades y bien o mal, tratamos de actuar de la
manera que consideramos más adecuada. Lastimosamente hay quienes se dejan llevar
por la elección más cómoda o bien, son presa de la indecisión.
De darse estas situaciones, será difícil alcanzar un resultado óptimo o
cuando menos, positivo. Y con el tiempo, quienes no deciden se dan cuenta que
lejos de escoger la vida que querían, se conformaron con la vida que se les
presentaba.
En ese entendido, ¿es válido reprocharte por la vida que tienes si
nunca te has ocupado de decidir por la vida que querías?
Con el tiempo, quienes no deciden su vida convierten la vida de otros en
su prioridad y ven por la vida de ellos, sin importarles el rol que tengan que
asumir para tal efecto.
Por el contrario, las personas que reciben la atención se convierten en
los rectores no sólo de su vida sino también de las personas que le ceden la
suya; teniendo la posibilidad incluso, de destruirlas.
Ten presente siempre que Tú eres el actor protagónico de tu vida, no te
conformes con un papel de extra o coestelar.
Las oportunidades se presentan y las personas que están atentas, toman
las decisiones y las aprovechan. No hay mayor mérito en dejarlas pasar, pero
siempre estará la duda de saber que hubieras hecho de haber actuado a tiempo.
Siempre es bueno responder a esta pregunta: ¿de qué manera quieres vivir
tu vida? Y una vez que decidas, traza el camino a seguir hasta llegar a la
meta.
Las oportunidades que se dejan pasar seguramente no volverán y serán
aprovechadas por alguien que si se atreva.
Nunca se ha visto que una persona con mentalidad ganadora se acostumbre
a vivir en la indecisión o en la frustración; podrá caer y tener una mala
racha, pero no será su forma de vida.
Tan peligroso es no tener metas como tener metas múltiples. Al final de
cuentas, no concretarás nada de lo deseado.
Cuantas veces nos ha pasado que conocemos a personas con miles de ideas
y por pretender concretar todas se convierten en los “soñadores de siempre”,
“los espectadores de todo y realizadores de nada”.
Lo importante de soñar es que te comprometas a hacer lo posible por hacer
tus sueños realidad.
Abre los ojos ante las oportunidades y decide la manera de participar en
ellas; de lo contrario, perderás el tiempo y a la larga, también la visión para
reconocerlas.
Una decisión no debe implicar renunciar a ser quien eres por el
contrario, implica un crecimiento y de tus habilidades y fortalezas dependerá
el hacerlo continúo.
Si construyes tu camino a partir del conocimiento que tienes de ti y de
tus capacidades, sin duda cada vez estarás más cerca de alcanzar metas reales
en la vida.
Quienes construyen en base a especulaciones y fantasías, lejos de
avanzar sólo se distraen en espejismos.
El elemento más importante para tomar una decisión es el conocimiento
real y objetivo quién eres y qué pretendes de ti; sólo con ello sabrás si tu
meta es posible o si requieres crear o consolidar una habilidad para
alcanzarla.
Tu vida es un lienzo en el que puedes dibujar lo que deseas, hazlo de la
manera que mejor represente tus intereses.
Y es obvio que conforme avances en tu camino, se presentarán más
dificultades y en ti estará superarlas y continuar; reitero: la vida es un
crecimiento constante.
Es válido tener miedo… ¡Afróntalo y continúa! Lo que no puedes
permitirte es renunciar a ser tú y que un tercero u otra circunstancia te
impongan un camino.
Sólo quien se atreve a tomar retos, entenderá la responsabilidad que al
hacerlo conlleva: ¡evitar la mediocridad como una forma de vida, es una
decisión!
Para elegir siempre es adecuado encontrar la mezcla perfecta entre la
razón y el corazón.
No hay nada más frío que dejar sólo al razonamiento como única opción de
respuesta ante la oportunidad y desde luego, no puede uno sólo atender a los
sentimientos porque puede perder su objetivo.
Cómo receta secreta de los abuelos … ¡Adereza tu elección con una
adecuada mezcla de razonamiento y sentimiento! ¡Y sin duda vivirás en plenitud!
Y por increíble que parezca, ¡una vez con la
decisión adecuada encontrarás elementos a tu favor! Para muchos, esto puede ser una cuestión de
karma, magia o azar; sin embargo, simplemente prefiero pensar que el
convencimiento por la elección realizada implica la satisfacción de haber
considerado todas las circunstancias para su desarrollo.
La satisfacción de saber que has elegido de
acuerdo con tus razonamientos y sentimientos hace que tu entorno sea propicio
para alcanzar la meta.
“EL
MUNDO ENTERO SE APARTA CUANDO VE PASAR A UN HOMBRE QUE SABE ADÓNDE VA.” (ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY)
Una vez que tomas una decisión, tanto tú como la gente reconocen el
valor de ello.
La seguridad que representa elegir por ti, atendiendo a tus
conocimientos y valores, te hacen sujeto de respeto y usualmente, una persona
que se respeta, así lo muestra en todas sus facetas.
Encontrar el equilibrio entre tus palabras y acciones, así como con tus
sentimientos y razonamientos, hacen que seas una persona congruente y como tal,
valorada por las personas con quienes interactúas.
“TODOS TOMAMOS
DECISIONES Y AL FINAL ESTAS DECISIONES NOS DEFINEN.” (KEN LEVINE)
Una persona que vive por sus decisiones es valiosa, no sólo para sí sino
para quienes están a su lado. De tal manera que su éxito no radica en su posición económica o social,
sino en el que implica vivir por sus elecciones y ser responsable de ellas.
Al elegir, no sólo asumimos el esfuerzo que implica tomar la decisión
sino las consecuencias que ello conlleva.
Responsabilizarnos de nuestras decisiones y acciones nos hace ser las
personas que somos y es por lo que seremos conocidos.
Ninguna decisión es fácil de tomar, implica riesgos, temores y en mayor
o menor medida, sacrificios.
¿Qué tan dispuesto estás para asumir decisiones en tu vida y vivir de
esta manera?
En los momentos más
difíciles aflora la persona que realmente eres; toda vez que son tus valores
los que te impulsan a actuar. ¡Asume el reto de ser quién eres!
Decidir la vida que
deseas, es la mayor responsabilidad que tienes en tu vida. ¡NO TE
PERMITAS MORIR SIN VIVIR!
Elegir tus metas y
comprometerte con ellas son las máximas premisas en tu vida. ¡NUNCA LO
OLVIDES!
¡DESPUÉS DE TODO, SÓLO
TENEMOS UNA VIDA Y EN TI ESTÁ HACERLA ÚNICA! ¡SÉ EL GANADOR QUE TU VIDA
REQUIERE!
POSDATA: ¡Gracias a esos Grandes Hombres que con esas Grandes Frases nos inspiran el alma!
Twitter: @22Publica
Linkedin: Correduría Pública 22
Buena reflexión.
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