Jugando con la legalidad

Por: Blanca Nieves Palacios Barreda
Viendo, las argucias políticas con tintes legales, en los que participan, desde el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF); Magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); Senadores, Diputados; Instituto Nacional Electoral y Partidos Políticos, todo para tener el control del poder.

Nada nuevo bajo el sol, o nada en éste nuevo sexenio que no hayamos vivido antes; el sometimiento de Diputados y Senadores ante el poder Ejecutivo, los arreglos y negociaciones con los miembros de la SCJN y el TEPJF; nuevas Reformas a nuestra Constitución Política, porque así conviene a los proyectos del presidente en turno y claro, los mismos enfrentamientos, tanto verbales como físicos entre los legisladores; las mantas, aparecen y se colocan en la tribuna con los mismos reclamos que antes se hacían, agregando que muchos de ellos son los mismos, solo que antes tenían al poder y guardaban silencio, ahora son oposición y todo lo critican, todo está mal; la  mención de miles y miles de millones de pesos y hasta billones, que serán destinados a obras muy importantes, mismas que serán concesionadas a los de siempre; los miles de desaparecidos y fosas clandestinas, son temas de los que se habla, pero no se menciona a los responsables de esas barbaries, solo de cuantos cárteles delincuenciales existen.

Teníamos la esperanza los ciudadanos que, tras el cambio de régimen, votado por los mexicanos, en el Congreso de la Unión, alta y baja, sería otra la forma en que nuestro Representantes Populares se conducirían, que, quienes resultaron perdedores, en la elección de 2018, serían respetuosos de la voluntad de sus Representados, que no existirían más “fracciones “ de los Partidos que ahí convergen, y que lo que prevalecería era el respeto y las argumentaciones razonadas, teniendo como base, el bienestar de los mexicanos y de la Nación.

Lamentablemente, no es así, y menos con personajes como, una, Xóchilt Gálvez, que se asemeja más a un oportunista y agresiva porrista que, a una respetable Legisladora, cuyo compromiso es con quienes le han dado ese puesto de tan alta envergadura y, como ella hay muchos y muchas, que nada tienen que hacer ahí, pues no han entendido aún, cual es su verdadera función.

No vemos en ellos ni un ápice de preocupación por la situación de violencia que día con día bañan de sangre nuestro suelo patrio, por los miles de desaparecidos, muchos de ellos jóvenes que no rebasan los 13 años de edad, ¿les preocupara saber, quienes los están desapareciendo?, ¿los hará llorar al saber que, diariamente se encuentran bolsas conteniendo cabezas, brazos, piernas?, muchos de esos cuerpos destrozados, de jóvenes desaparecidos.

La respuesta es, ¡no!, a toda esa clase política encumbrada, les preocupa, que no les bajen sus abultados salarios, que les den mayores aguinaldos y grandes cantidades de dinero al término de su periodo como legisladores y, les preocupa buscar la reelección, ser presidentes de las mesas directivas de Diputados y Senadores y de sus respectivos Partidos, gubernaturas o alguna secretaria; eso nos demuestran todos los días, nuestros “Representantes Populares”.

Miles de millones de pesos nos costaran las elecciones para elegir nuevos Diputados, Gobernadores y Presidentes Municipales, para que sigan haciendo su circo en esos edificios en los que, “sesionan” y que, siendo del pueblo, no cualquiera puede entrar ahí.

Con tanta trapacería que están haciendo de las leyes, viene a mi memoria, un sindico de Navolato, pequeño Municipio de Sinaloa, el señor, Belén Torres, quien, conduciéndose siempre con honestidad y justicia, ante cualquier problema, sus sabias decisiones evitaban enfrentamientos, como, cuando ante él llegaron dos personas: “uno de ellos acusaba a su vecino de estar tomando las sandias que su planta producía, al preguntarle el señor Torres, porque lo hacía, el vecino contestó, porque están en mi terreno”, con la serenidad que lo caracterizaba, “levantado su dedo índice, sin intención de ofenderlo, el Síndico le preguntó, ¿y si te meto éste dedo en el fundillo, de quien es el dedo? , no le quedó al acusado más que decir: pues tuyo”. No es pues difícil aplicar las leyes cuando priva, la razón y la justicia, lo que hoy no vemos por ningún lado, todavía.

Hoy más que nunca urge que, los ciudadanos, busquemos los mecanismos para impulsar una iniciativa, en la que quede establecido, en la Constitución Política de los Estados Mexicanos, que, los puestos de Ministros, Magistrados, Consejeros Electorales, Senadores y Diputados serán, HONORIFICOS, y no dudemos de que serán ocupados por personas realmente honorables dignas, de ser artífices en la conducción de nuestro País, México.

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