Por: Victoria Falcón Aguila
La fecha estaba
puesta: 27 de Mayo. La plataforma de lanzamiento 39A del centro espacial
Kennedy, misma desde donde despegaron Neil Armstrong y sus compañeros de la
misión Apollo 11 en cabo Cañaveral, mostraba orgullosa el cohete de SpaceX,
llamado Falcon9; en lo alto la nueva cápsula Crew Dragon debidamente enganchada
esperaba a sus tripulantes los astronautas Doug Hurley y Bob Behnken quienes
viajarían a la Estación Espacial Internacional con suministros y permanecer
entre seis y dieciséis semanas durante las cuales participarían en trabajos
científicos y técnicos junto a otros astronautas..
El ambiente de emoción
se sentía pues sería la primera vez después de nueve años que los Estados
Unidos Lanzarían de nuevo, Astronautas de su país en cohetes estadounidenses,
así lo había dado a conocer el administrador de la NASA Jim Bridenstine.
Desde el 2011 con el
último viaje al espacio del transbordador 'Endeavour', en el que también viajaba
Doug Hurley, Estados Unidos había tenido que depender de Rusia para enviar a
sus astronautas en las cápsulas “Soyuz”.
De la mano de Space X,
bajo el lema: “#LancemosAmérica”, este viaje supone un orgullo americano pues
además de histórico, se trata de la primera colaboración de la NASA con el sector
privado. La misión Demo-2 es la primera misión espacial tripulada privada de la
historia, ésta marca un momento importante en la exploración espacial siendo el
último paso del programa de vuelos espaciales comerciales antes de comenzar a
realizar misiones operacionales de larga duración. Un objetivo importante de la
NASA es que con este tipo de alianzas, el hombre pueda volver a pisar la Luna
en 2024 y llegue a Marte para 2030.
Después de que los
expertos repasaron algunos de los preparativos finales antes de que los astronautas
se subieran a la nave, estos llegaron enfundados en trajes blancos muy
distantes de aquellos que recordamos en los tripulantes de los Apolo y de los
transportadores espaciales, sin duda la tecnología ha avanzado mucho en este
aspecto. Llegaron con un sequito de técnicos y especialistas que los ayudaron a
instalarse en la cápsula y a cumplir los procedimientos previos al despegue.
Cercana a la hora del
despegue se vio llegar el avión Air Force One con el presidente Donald Trump a
bordo y parte de su gabinete pues estos serían testigos de honor del acontecimiento,
sin embargo faltando solo 16 minutos la NASA decidió cancelar pues las
condiciones climáticas no eran favorables debido a una gran masa de nubes y una
tormenta eléctrica. Desde un principio había un 50 por ciento de probabilidades
de que se pospusiera el lanzamiento, aunque a muchos espectadores nos llenó de tristeza que no se llevara a cabo el lanzamiento luego de estar tres horas esperándolo.
Habrá que esperar al
próximo sábado 30 de Mayo cuando se prevé un 60 por ciento de probabilidades
propicias para el despegue; en tanto los astronautas pasarán estos días en las
instalaciones al lado de su familia.
Donal Trump espera poder regresar el sábado para presenciar el evento en tanto yo, esperaré a ser testigo de este acontecimiento histórico desde mi casa, frente a mi computadora.
Donal Trump espera poder regresar el sábado para presenciar el evento en tanto yo, esperaré a ser testigo de este acontecimiento histórico desde mi casa, frente a mi computadora.
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