viernes, 29 de mayo de 2020

Afilando Plumas


Por: Blanca Nieves Palacios Barreda
Si alguien esperaba en México que, tras la llegada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de manera casi automática las cosas cambiarían, sin duda hoy estarán reflexionando seriamente sobre eso y muchos otros estarán o estaremos preocupados al darnos cuenta que es mucho más difícil de lo que se pensaba.


La elección de 2018, fue de las más concurridas y sería el candidato del Partido surgido del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), quien legítimamente llegara a ocupar tan honroso cargo; si, se creía que la oposición ( políticos y empresarios ), que por más de 80 años fueron dueños de la silla presidencial y el poder emanado de ella, serían respetuosos y congruentes de este resultado, propio de un sistema democrático en el que nos querían hacer creer que vivíamos, igualmente se equivocaron.

Y seguimos equivocados, si creemos que ahora si gozamos de una total Democracia, por el hecho de que en las conferencias mañaneras, se pueda hablar con mayor libertad, cuando te dan la palabra; nuestro presidente, ha demostrado tener una gran habilidad para utilizar a unos medios y a otros, señalarlos con dedo plúmbeo, lo que ha venido ocasionando una gran división entre los ciudadanos, causando incertidumbre sobre, hacia dónde quiere llevar al país, con la tan nombrada 4ta.Transformación, sobre la que más de la mitad de personas que votamos por él, no tenemos claridad, pero se le apoya y el resto empieza a dar muestras de inconformidad sobre sus erráticas decisiones.


Decía el apreciado y respetado Epigmenio Ibarra, periodista, corresponsal de guerra y cineasta, en un programa de la igualmente respetada y querida, Carmen Aristegui: “yo digo cuando no estoy de acuerdo con AMLO, y no debemos molestarnos si él, no está de acuerdo con nosotros”; el pensamiento de muchos conciudadanos, discrepan de lo dicho por este periodista, porque no se trata de que: “no nos molestemos”, sino de que atienda y valore en su justa medida el presidente, lo que los ciudadanos que no coinciden con él, dicen.


El utilizar la tribuna mañanera para criticar, descalificar, denostar y reiterar dos cosas conocidas hasta la saciedad, como que: “el neoliberalismo es el causante de todos los males que nos aquejan” y que “los presidentes que le antecedieron dejaron un cochinero”, está provocando que se pierda interés en sus conferencias mañaneras, sobre todo porque, sus acciones indolentes, que no pacifistas, basadas en los principios morales de la religión que profesa, están dando lugar a profundizar aún más la división entre los ciudadanos, al ir constatando que es más lo que dice, que lo que hace, en lo que a la aplicación de justicia se refiere.


El caldo de cultivo que está creando entre la ciudadanía, está siendo aprovechado por todos aquellos a los que llama, “sus adversarios”: empresarios, políticos y periodistas, que sin el poder para seguir enriqueciéndose al que estaban acostumbrados, por todos los medios a su alcance están furiosamente tratando de revertir el triunfo de los mexicanos, no el que considera es de él.


Los millonarios empresarios que hoy forman parte de la oposición abiertamente; los que soterradamente desde los puestos en los que muchos quedaron; todos aquellos priistas,
panistas, perredistas, ambiciosos oportunistas, a los que abrió las puertas y les dio responsabilidades estratégicas y a su propio decir: “cuentan con toda mi confianza”, siguen fomentando la corrupción y desprestigiando.


El amplio grupo de ciudadanos, en los que se acrecienta la desilusión, al no ver que se dé cumplimiento a un cúmulo de promesas, hechas durante su largo tiempo de campaña, en el sentido de que se aplicaría la justicia contra todos aquellos que han formado la “mafia del poder” e hicieron de México, un país, con casi 60 millones de pobres, con altos índices de analfabetismo, con un alto grado de inseguridad, con una delincuencia galopante y una corrupción que, por lo arraigada, está resultando difícil de desterrar; por la irracional entrega de nuestros bienes nacionales.


Todo esto, está llevando a desvalorizar, los programas de apoyo que se otorgan a personas de la tercera edad; jóvenes sin empleo y que no acuden a Escuelas; a personas con discapacidad, a madres solteras, al de créditos a la palabra, argumentando que: “entrega un dinero que no es de él y saluda con sombrero ajeno, para ganar votos”, haciendo eco de frases que, periodistas exhibidos como verdaderos mercenarios de la información, repiten diariamente a través de la prensa escrita, radio y televisión.


El presidente mexicano, aprovecha las “mañanera” para decir con claridad: “si me atacan, me defiendo, no me voy a quedar callado”; parece ignorar que tiene un pueblo que lo defiende y que se le ha mandatado que: realice una conferencia a la semana para que informe a los ciudadanos; que se aplique la justicia contra los ex presidentes corruptos de acuerdo a la ley, sin encuestas de por medio; que se rescaten todos aquellos bienes que se privatizaron a espaldas de los mexicanos.


Si como él mismo lo dice, “somos diferentes”, “ahora si hay democracias”, debe recordar que, el significado de democracia es: “demos-pueblo Kratos-poder” y es a quién tiene que rendir cuentas, pues será éste, en un momento dado, quien lo defienda de sus adversarios.

bnpb146@hotmail.com

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