Me duele con la almah
Con la bethulah sangrante,
Con mil puñales en la espalda
Con la infancia añorada,
La juventud confusa
Una madurez inconclusa
El silencio ensordecedor de mi cama
Mi cabeza hundida en la almohada
Me duelen las perdidas inexplicables
Las muertes inevitables,
El hijo que no llego a nacer.
Mi dolor no se cuando aparecerá
Puede ser mañana, hoy o siempre,
Es una broma del destino,
Un rompecabezas incompleto,
Un juego de cartas donde no gano.
Las leyes físicas mal aplicadas
Un discurso teológico mal recitado
Un método de adhesión a la fé.
Una reflexión que intenta entender
Para nunca llegar a concluir
Cual es su objeto, su fuente o su lugar.
Mi dolor viene de mi trinidad,
No logro que convivan y coexistan
Lo carnal, lo etéreo y el futuro inconsciente.
Este dolor es inefable e intrínseco y
de imposible comparación interpersonal.
Victoria Falcón Aguila
2010 D.R