Autor: Juan Rosales Contreras
Desde mi canoa contemplo
dos ocasiones al día
y baja tu belleza al templo
que es mi espacio, mi
herejía.
Rojo, carmín, bermellón
escarlata, sutil rosado;
te robas mi corazón
al gozarte embelesado.
Un tapete bello tejes
en el cielo de mi pueblo
con nubes iluminadas
con los pinceles del sol;
es tanto tu resplandor
que ilumina a los lancheros
y se postran ante ti
deseando ser los primeros.
Un multicolor tapete
todito de atmósfera hecho:
alberga gotas de luz y
con pinceles de plata
un cromático crisol
te bautizó de ARREBOL.
En las vírgenes mejillas
de mi lago te retratas;
con estética vehemencia
de las hermosas chiquillas
y tu rubor baja y baja
para gozar sus “risillas”.
Este ARREBOL de mi
pueblo
bello embalse, muy laureado
irá a parar, lo presiente
por los cromos que derrocha
a los lienzos de Vicente
del pintor, ¡Graciano Rocha!
Déjame besar tus trazos
ARREBOL próximo al cielo
para convertirme en mago
y hacia ti emprender el vuelo.
Los finos labios del sol
con arrumacos te forman
y los óleos con que rimas,
los mezclan los querubines
diseñando a tu entorno
un arcoíris marrón.
Muy de mañana contemplo
con párvula luz solar
que te forma alto, alto
y no te puedo bajar.
Este ARREBOL no es antorcha
fue prestado a Zapotlán
para que el Maestro Rocha
con su virtud, su sosiego;
recreara en el intradós,
de Orozco, EL HOMBRE DE FUEGO.
Poema incluido en el libro Desde el nevado de Colima, hasta la laguna de
Cajititlán
Presente en la Fil de Guadalajara 2022
Stand C-11. Área nacional
Saludos afectuosos maestro Juan, que el éxito lo acompañe siempre.
ResponderEliminarQué belleza de poema, Juanito; sólo tu pluma es capaz de plasmar esa hermosura que describes. Enhorabuena.
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