martes, 14 de diciembre de 2021

Desafios

Dr, Gabriel Pareyón autor de
Diccionario de Música en Jalisco
Por: José Ruíz Mercado
Dramaturgo

Memoria histórica. Entender donde se pisa. Reconocer la ausencia del paisaje. Estar en un presente porque sé de un pasado con lo cual se va a construir. Alguna vez escribió Hegel las peripecias del pensamiento en la presencia generacional. Una verdadera joya. Se construye a partir de reconocer el pasado, de hacer con este lo nuevo. Nada se construye en el aire. Memoria, lo actual es porque se supo jugar en otro plano.

  Una generación nace cuando propone algo. Cuando de esa propuesta lanza, rompe, arriesga, conoce, sabe, entiende, ofrece. Una generación trabaja su visión (no la consume) al contrario, se lanza, muchas veces a un abismo creativo, los contestatarios abren brechas, provocan la autopista.

   A la historia en ocasiones le nacen baches enormes, momentos de pasividad dibujados como una repetición, muchas veces hasta el aburrimiento, luego, la ruptura plena de gritos y susurros, los eso yo lo dije, eso yo lo hice. La historia. Se avecina una generación, la cual, no necesariamente aparece de pronto, ni se consolida.

  Existen etapas del arte en donde pareciera la edad de la plástica, de la literatura, de la música, y los otros lenguajes aparentan somnolencia, así, como si no existieran. Algunos teóricos han pretendido llegar a ofrecer una causa.

   En el territorio de la música aparece un fenómeno interesante. Muchos consumidores, otro tanto de repetidores, algunos excelentes luthieres, con un mínimo de teóricos. En otras áreas los repetidores son los más con consumidores menos, adolecen de la excelencia. Hoy día el fenómeno de la repetición se observa en la literatura.

 En mayo del 2018 la Universidad de Guadalajara edita La Música de Acá Crónicas de la Guadalajara que Suena, de Alfredo Sánchez Gutiérrez. Un libro que ya se estaba esperando desde hacía un buen rato. Con entrevistas a personalidades como Leonor Montijo, Carmen Peredo, Arturo Xavier González, Ernesto Cano Lomelí, Reynaldo Díaz Vélez, y una pléyade de grandes.

   Músicos con una trayectoria de gigantes. Músicos ejecutantes, catedráticos, investigadores, personajes que han permitido dejar huella, formar parte de una generación en el más amplio sentido hegeliano, y que, Alfredo les da voz en este libro.

  Existen algunos antecedentes. Un diccionario escrito por Gabriel Pareyón, (Diccionario de Música en Jalisco) en el 2000; Compositores Jaliscienses del Siglo XXI, de Hugo González Murillo, el 2005, ambos por la Secretaría de Cultura, la memoria del primer coloquio de música, convocado por la Universidad de Guadalajara realizado en septiembre del 2009, con el título de La Educación Musical en México, Perspectivas y Retos, con un sentido homenaje al maestro Javier Hinojosa, compilado por Sergio Eduardo Medina Zacarias, y Rodrigo Ruy Arias Ibáñez, recientemente fallecido.

  Viene la interrogante ¿Cuántos estudios tenemos de otras áreas del conocimiento artístico? Además de la costumbre del músico de nombrar a los maestros de los cuales obtuvo el conocimiento, esa bendición ética del bien nacido de reconocer sus orígenes. Se construye a partir de reconocer el pasado sin estancarse.

  En Compositores Jaliscienses del Siglo XXI está catalogada Marisol Jiménez; egresada del CEDART “José Clemente Orozco”, Julieta Marón, de la Escuela de Música de la UdG. Pedro Barboza, Víctor Medeles, pionero del estudio de los lenguajes de la música más allá del dodecafonismo.

   En la historia personal de ellos (la mayoría) nos encontramos con inicios en el mariachi, o el rock (en algunos casos; ambos) Casi siempre leemos, mi padre tocaba en un grupo de mariachi; o me interesó el rock, incluso, vemos los casos de buscar la parte de la estructura de concierto del llamado rock sinfónico. Pedro Barboza, en 1993, crea el ensamble Quark, una muestra de ese modelo contemporáneo.

  Así nos topamos con personajes de la música tanto en el rock, el jazz, lo sinfónico, esas mezclas con verdaderas joyas, las propuestas del indigenismo como Ernesto Cano Lomelí, quien se inicia en el rock (algunas ocasiones me he preguntado sin saber como responderme ¿Hasta dónde el rock abrió puertas con sus diferentes estructuras desde lo medieval, barroco, clásico, étnico para convertirse en una fusión cualitativa?) Leemos los antecedentes de muchos de estos grandes maestros quienes nos dicen de los descubrimientos de obras, partituras de autores jaliscienses. Grandes autores como José Francisco Vásquez, Arnulfo Miramontes, Domingo Lobato con obra, la mayoría poco estudiada.  

  En noviembre del 2019 es publicado Rockeros en Tierra de Mariachis, de David Moreno Gaona; más de trescientas páginas, las cuales salieron a la luz en la editorial La Casa del Mago. Uno de los pocos estudios sociológicos de la manifestación de la música popular.

 Un año antes, 2018, Francisco Samaniego publica en editorial Ágata De la Tierra del Mariachi. Un recorrido étnico de esta manifestación. Un libro bien cuidado, con fotografías a color, un libro con muchas ganas de estar.

  Luego, llega el 2020. Y llega Los Desafíos del Jazz en Jalisco, de Nathalie Braux. Un recorrido por el ritmo sincopado de una ciudad, la cual, continúa ejerciendo la música, queriéndose a si misma e el desafío de la indiferencia.

 Nathalie estudia. Propone. Les da su lugar a los maestros. Ofrece esa visión del creador con los grandes crece. Estar en un presente fruto de ese pasado como construcción hacia el futuro. Nathalie toca con los grandes y escribe como grande.

 Dice Alfredo Sánchez, el autor de La Música de Acá: “Este libro trata sobre el Jazz en Jalisco en una época determinada, claro, pero ya se abe que las cosas no suceden porque sí ni de manera espontánea, sino que vienen de algún lado” Y ese “algún lado” es lo que viene de la historia, es la propuesta del reconocimiento de las raíces, la memoria histórica.

 Un gran ejemplar este de los Desafíos del Jazz publicado por la Universidad de Guadalajara, una joya para que no olvidemos las raíces. Reconocer a nuestra gente es un valor ético, un símbolo de buena nacencia, como diría mi abuela, un sinónimo de que reconozco mi mundo, mi estructura, tengo la certeza de saber quién soy.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Este es un espacio donde su opinión cuenta, sin embargo no se permiten mensajes ofensivos hacia ningún sector de la población, sexo, raza o credo; tampoco se permite el uso de palabras soeces.