Por: Blanca Nieves Palacios Barreda
Durante
muchos años hemos tenido conocimiento de como a mexicanos que, pertenecen a alguna de las etnias (“agrupación
natural de individuos de la misma cultura”), se les llama “indígenas”, de
manera peyorativa, hasta por los mismos mexicanos criollos, que somos todos,
pues tenemos las mismas raíces.
Aquí
en México existen mucha ignorancia en relación con los grupos de mexicanos que
han permanecido unido, a fin de conservar sus tradiciones, costumbres y toda la
cultura que a esta sociedad actual antecede; además de ser unos verdaderos
defensores del medio ambiente, de bosques, montañas, selvas, ríos, lagos, han
venido defendiendo los recursos naturales, con los que la naturaleza nos ha
beneficiado.
Han sido sus defensores ancestrales: Nahuas; Mayas; Zapotecas; Mixtecas; Otomíes; Totonacas; Tzotziles; Tzeltales; Mixes; Mazahuas; Mazatecos; Huastecos; Choles; Purépechas; Chinantecas; Tlapanecos; Tarahumaras; Zoques; Chontales; Mayos, de los que se desprenden los grupos, Seris, Yaquis y Guarijío, lo mismo que de las otras etnias, alcanzando más de 300 grupos étnicos.
La población aproximada según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es de aproximadamente 25.7 millones; su condición sigue siendo de pobreza en esta sociedad donde las diferencias de clase son tan marcadas, dándose una desigualdad inexplicada e inconcebible.
La
defensa que hacen del patrimonio nacional, los ha llevado a enfrentarse a
grandes empresas trasnacionales, apoyadas por los gobiernos mismos y mexicanos
criollos sin escrúpulos que, mediante “concesiones,”, se han venido apoderando
de nuestras riquezas y son ellos los grupos étnicos los que pierden hasta su
vida en esa defensa que, nos debe beneficiar a todos los mexicanos, sin
distingo de razas, credo o grupo social.
Las
inconscientes y abusivas deforestaciones que se hacen por estas empresas, con
la anuencia de corruptos gobiernos padecidos, el saqueo que se ha hecho de
nuestro petróleo; nuestras minas de las que, por años han extraído, oro, plata,
zinc, cobre, litio y otros minerales, llegan acompañadas de violencia; allá en
sierras y montañas, en todos los Estados de nuestra República mexicana donde
habitan y que, en su intento por defender las riquezas que a todos nos
pertenecen son desaparecidos, asesinados, por defender a México.
Ante
la defensa de su territorio, del agua y contra la contaminación que, los
concesionarios de las minas hacen, el 8 de junio próximo pasado, le costó la
vida al líder de la tribu yaqui, Luis Ubando Domínguez; el 21 del mismo mes
asesinarían a Tomás Rojo Valencia, vocero de la comunidad.
La
más reciente tragedia ocurrida el 14 de julio de este 2021, en el poblado yaqui
Loma de Bácum, Sonora, pues 10 de sus integrantes fueron desaparecidos; informó
la Fiscalía de Sonora haber encontrado los restos de: Fabián Sombra Miranda;
Braulio Pérez Sol; Heladio Molina Zavala; Martín Hurtado Flores y Fabián
Valencia Romo, sin tener conocimiento a la fecha de: Benjamín Pórtela Peralta;
Artemio Arballo Canizales; Gustavo Acosta Hurtado, Leocadio y Juan Justino
Galaviz Cruz.
A
la continua lucha que han sostenido de siempre, se agregaría su negativa a la
construcción de un acueducto en el gobierno de Guillermo Padres, en el año de
2010, pues con el desvío del agua del río Yaqui, les causaría grandes daños; en
la actualidad y ante el descubrimiento de la existencia del mineral litio en
esa zona de Sonora, los empresarios mineros que se han enriquecido con la
explotación de esas minas, prestos a
verse beneficiados recurren a cualquier cosa, ante la férrea defensa de los
habitantes de ese lugar.
En entrevista al líder Guadalupe Flores
Maldonado, ante las desapariciones y asesinatos de sus compañeros diría: “ Lo
que está pasando creemos es consecuencia de eso porque estamos en contra de las
mineras, las mineras son un grupo muy fuerte pero también pensamos expulsarlos,
entonces una estrategia que están usando es la de dividir a la gente, es meter
cizaña, miedo…Como no lo han podido hacer amenazándonos, metiéndonos miedo ni
tratando de sobornarnos, lo que hacen ahora es mandar secuestrar gente” ( Delia
Sarabia, Animal Político).
Ante
todos estos acontecimientos, la muerte y desaparición de hombres y mujeres
mexicanos, miembros de grupos étnicos, verdaderos defensores de nuestro
territorio nacional y sus riquezas, pareciera que para el resto de los
ciudadanos que habitamos este país, con sus muy honrosas excepciones, ellos no
existen.
No
hay al parecer organizaciones de apoyo a sus luchas, que deben ser de todos, organizando
marchas, mítines,
llamados
a los mexicanos para que, unamos esfuerzos junto a ellos, y poner fin a esas
perversas “concesiones”, que son solo, formas modernas de saqueo y robo a un
país, y exigir al gobierno en turno, ponga fin a esas perversas prácticas, que
muchas vidas han costado.
bnpb146@hotmail.com
Realmente es una tristeza ver tanta impunidad y que nos quedemos cruzados de brazos....🥺
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