Por: Alejandro Ruíz Robles
"CON SOLO EXISTIR, ENSEÑASTE A TUS PADRES A
AMAR"
De
las enseñanzas, valores y principios que vayamos adquiriendo, entendemos y tomamos
lo que consideramos adecuado para formar nuestros criterios logrando con ello, tener
la justa dimensión de nuestro rol en la familia.
Si bien es cierto que en
la niñez nuestra inocencia pueda llevarnos a creer que nos deben dar todo, es
nuestra madurez la que nos separa de los monstruos en que podemos convertirnos.
No es ni será la
intención culpar o responsabilizar a los padres por tratar de darles lo mejor a
sus hijos por el contrario, siempre será motivo de reconocimiento.
Pensemos que los libros, las
asesorías, las instituciones y en general, los guías profesionales y las
amistades, por muy buenas intenciones que tengan, sólo podrán dar elementos
para que las personas que pretenden ser padres o ya los son, tomen las mejores
decisiones para educar a sus hijos.
Desde luego, eso será en los
mejores casos, pero también pensemos que la mayoría son empíricos y aplican lo
que han aprendido o visto en su vida o bien, lo que el sentido común les indica
–atendiendo a que a veces, sea el menos común de los sentidos -.
De tal manera, que partimos de la buena fe para señalar que los padres siempre querrán lo mejor para sus hijos, pero cómo hijos, ¿siempre queremos lo mejor para nuestros padres?
“NUNCA HABÍA TENIDO LAS
MANOS MÁS OCUPADAS NI EL CORAZÓN TAN LLENO DE AMOR"
Quienes han tenido la bendición
de ser padres y asumir ese rol o bien, se han comprometido con este por las
circunstancias, saben que por más preparados que hayan estado, la vida les
sorprende de tal manera que los lleva a improvisar –en mayor o menor medida– y
a tomar decisiones inesperadas, hábitos inimaginables y responsabilidades
inmensurables.
La vida individual se transforma
y el mundo se amplía.
Difícilmente la suma de dos
individuos volverá a ser aritmética pura; ya que el resultado siempre será
exponencial, en cuanto a participantes en cada vida y emociones que se
experimenten.
La razón y el corazón de nuestros
padres cambian de prioridad con sólo vernos llegar a sus vidas, ¡y a pesar de
ello, con el tiempo nos sentimos con el poder de juzgarlos!
"TODO EL VACÍO DE MI VIDA LO LLENAN TUS
SONRISAS"
Es cierto, somos hijos y primero
tendremos el matiz para ver las cosas desde nuestra perspectiva y quizás, en el
mejor de los casos, luego lo veamos desde otra.
Si aún antes de nacer y de hecho
con sólo pensar en la posibilidad de llegar a sus vidas les provocamos
sonrisas, ¿por
qué analizar sus actos desde sus errores?
Por más inhumanos que pretendamos ver a nuestros
padres por ciertas acciones, lo cierto es que son tan humanos como nosotros y
debiéramos considerar ello al pretender cuestionarlos.
"ERES LA RAZÓN POR
LA CUAL ME HICE MÁS FUERTE, PERO SIGUES SIENDO MI DEBILIDAD"
Ante el mundo podrán ser
indestructibles, ante sus hijos podrán ser los más grandes superhéroes, pero
ante el espejo siempre serán personas con virtudes y defectos que, a pesar de
ello, tratan de mantenernos desde nuestra niñez con las máximas expectativas y
con el tiempo, a vivir de la mejor manera con nuestras realidades.
Si bien no fue nuestra decisión
como hijos venir al mundo si fue su deseo hacerlo para darnos lo mejor de ellos.
Conforme crezcamos tanto ellos como nosotros sabremos lo que lograron, pero
será sin duda una responsabilidad compartida.
Los adultos que somos ahora no podremos
en forma alguna convertirnos en ellos ni mucho menos entender las razones que enfrentaron;
lo que si está en nuestra mano es agradecer la oportunidad de estar aquí y ser quienes
somos a pesar de ellos, de nosotros y de todas las circunstancias que nos
rodean.
Sin duda las palabras como las
acciones de gratitud a nuestros padres podrán regresarlos al pedestal de importancia
y trascendencia que en nuestra vida inicial tuvieron. Lastimosamente, acciones
contrarias o distintas podrá llevarlos a un estado vulnerable y un dolor
inmenso, ¿valdrá
la pena lastimar de manera consciente a quienes dieron todo de sí por darnos la
oportunidad de vivir?
"NO IMPORTA LO QUE
DIGAS, NO IMPORTA LO QUE HAGAS, NO IMPORTA DONDE ESTÉS. YO SIEMPRE TE VOY A
AMAR"
Como lo hemos referido, por más
fuertes, geniales y divinos que sean nuestros padres, nuestros hechos y dichos
los pueden llegar a lastimar más allá de lo imaginado, ¿estamos conscientes de ello?
En condiciones normales, no hay
más orgullo para ellos que vernos crecer como humanos y profesionales máxime,
si atienden a todas las vicisitudes que ellos enfrentaron. ¿Como hijos estamos
conscientes de que a cada paso tenemos la oportunidad de honrarlos?
La vida es única y desde luego
que no es fácil para nadie ni estamos preparados para todas las circunstancias
que se nos presentan; lo que si sabemos es que nosotros tenemos la forma de
hacerla más difícil e incluso podemos ahogarnos en ella. ¿No conviene más
que para nuestro día a día sumemos a nuestros padres como aliados y mentores?
Es decir, si tenemos a esas
personas que nos han dado más de sí que cualquiera, porque no participarles de
nuestro día a día; entendiendo que no es para responsabilizarnos de nuestra
cotidianeidad sino para compartirles nuestros sueños, realidades y triunfos.
¿Qué nos hace tan perfectos a los hijos para
criticar la vida de nuestros imperfectos padres?
"CUANDO EL LIBRO DE
MI VIDA SE CIERRE, MIS HIJOS SERÁN EL CAPÍTULO MÁS BONITO"
En fin, son muchas ideas en este
texto y no es una pretensión en forma alguna pensar que las diferencias entre
padres e hijos cambiarán por arte de magia.
Únicamente es importante destacar
que si bien, nuestros padres pueden hacer los mayores esfuerzos para darnos sus
valores y principios y compartirnos sus experiencias y ejemplo, ellos nunca
serán perfectos.
Ser padre no es algo que se
aprenda en una escuela o las habilidades necesarias para ello se adquieran en
un supermercado, ¡es una acción constante que se nutre del amor que por nosotros sienten!
En ese tenor, tampoco ser hijo tiene un manual para ser el idóneo a los
intereses, satisfacciones o necesidades de nuestros padres.
Lo que sí es importante destacar
es que por ellos estamos aquí y nos dieron la oportunidad de ser quienes somos,
¡entendamos que no estamos para juzgarlos ni mucho
menos castigarlos!
¡Entendamos que nuestro papel como hijos es honrar
el amor, enseñanza y esfuerzo de nuestros padres! Siempre tengamos
presente que cuando con un dedo señalamos a nuestros padres, tres están dirigidos
a nosotros; si
somos corresponsables de lo que los criticamos, ¡es tiempo de transformar nuestros
argumentos en soluciones armoniosas y no problemas desgastantes!
Después de todo, ¿qué no fueron
nuestros padres quienes con su actuar nos enseñaron: ¿"TU ALEGRÍA ES MI
ALEGRÍA, TU CORAZÓN HACE LATIR EL MÍ."?
¿HAS
PENSADO SI TE HAS CONVERTIDO EN EL HIJO QUE DESEARON TUS PADRES?
Posdata:
Agradezco a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de
México y a la Fundación Escuela Nacional de Jurisprudencia, A.C., que me hayan
invitado a participar en el Foro “Elecciones 2021”, en la Ciudad de México, en
el mes de agosto de 2021.
Facebook: @RuizRoblesCP22
Twitter: @22Publica
Linkedin: Correduría Pública 22
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esperamos!
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