Dramaturgo
La otra frontera. Entrega. Compromiso. Identidad. “Chicanos claman a la opresión de un sistema que no los valora…Cuando las puertas de museos y galerías, se abran, las invitaciones sean extendidas, las comunidades, tendrán el énfasis original hacia el movimiento del arte Chicano para frecuentar museos.” Escribieron en METAMORFOSIS, revista, publicada por el Centro de Estudios Chicanos de la Universidad de Washington en 1980, por Lezlie Salkowitz Montoya y Malaquias Montoya, ambos artistas plásticos.
METAMORFOSIS fue un esfuerzo en conjunto de análisis y promoción del movimiento artístico chicano. Los nombres de ese momento eran varios. Alma Villanueva, Juan Felipe Herrera, José Montoya, se mencionaba al San Francisco Mime Trouppe, un grupo de teatro del periodo cuando CLETA, en México, dio nombres y personajes.
Nuevamente vamos a los años sesenta. La
lucha emprendida por los trabajadores agrícolas. La mayoría de los autores
chicanos provienen de familias de agricultores. De acuerdo a Ramón Ochoa
Estrada, en el libro Dramaturgas chicanas
y fronterizas: Semejanzas y Diferencias en su Teatro, publicado en la
Ciudad de México, por la editorial Eón, el año 2016, tres movimientos fueron
claves: Alianza Federal de Pueblos Libres (1963) encabezado por Reies Tijerina;
Sindicato de Trabajadores Unidos (1966), teniendo a la cabeza a César Chávez;
Cruzada para la Justicia (1969) con Corky González.
De estos movimientos, el de César Chávez,
fue básico para conformar el proceso cultural del cual nos hacen mención los
partícipes de METAMORFOSIS y otros estudiosos.
Luis Valdez, en 1964 conoce al San Francisco Mime Trouppe, el grupo con la
técnica de la Comedia del Arte, con una propuesta de teatro callejero.
Anteriormente gana una beca en la Universidad (Sun State College) con su obra El Ratero.
Luis Valdez nació en una familia de
campesinos del Valle de San Joaquín, California, en 1940, una familia de diez.
En 1965 estalla la huelga campesina de Delano, California. Se une, forma el
grupo Teatro Campesino.
Juan Felipe Herrera, nace en Fowler California,
una comunidad de Fresno, un 27 de diciembre de 1948, también de familia
campesina. Poeta, dramaturgo, el primer escritor de origen latino laureado, por
las autoridades estaunidenses, el año 2015/ 2017
La visión contestataria, la lucha por el
reconocimiento a los derechos de la cultura, se remontan al Siglo XIX (se habla
de una fecha, 1848), la propuesta de regresar a la tierra originaria, los
conceptos del movimiento conocido como la Nueva
Mestiza, los cuales podemos leer en la obra de Gloria Anzaldúa, pionera del
movimiento, visionaria del feminismo.
A lo largo de toda la historia, los
movimientos sociales tienen un antes y un después. Los iniciadores tienden a
olvidarse. Salvo los investigadores acuciosos rescatan la obra; pocas veces el
grueso del público la reconoce, la hace propia. En cierta medida el movimiento
chicano nació en el campo, creció hacia las urbes detentadoras de la difusión y
promoción de la cultura.
Aralia López González escribió: “Cuando la
cultura chicana busca su definición y su derecho de ser, afirma también sus
raíces mexicanas diferenciales, pero desde una visión multicultural,
internacional y bilingüe, lo cual implica otras formas de interpretación” La
importancia de conocer lo otro es el afirmarse, ampliar el mundo, otras formas de interpretación.
Retomemos
el año de 1980. Retomemos METAMORFOSIS,
retomemos un artículo de Eraclio Zepeda, su texto cuando fue invitado a Seattle.
El Teatro de Orientación Campesina y
Otras Nuevas Formas de Comunicación. Interesante su contenido. Su alcance,
las repercusiones en la historia actual. Inicia el texto con una afirmación, la
cual, a los lectores críticos ofrece una luz.
“En México la concentración de los medios de
divulgación en manos privadas es creciente y cada vez más peligrosa. Los
grandes monopolios que detentan las cadenas de televisión, de radio, y de los
periódicos hacen que las voces del pueblo sean cada día más lejanas y han
sustituido las voces del pueblo por voces extrañas. Al haber tomado la voz del
pueblo estos señores sobre las bases de la inversión, el pueblo se queda sin
comunicación, sin reconocerse”. Y enseguida continua acerca del teatro en
lenguas indígenas, la relación, los fundamentos de conocer en la convivencia
con las comunidades y la técnica de la Comedia del Arte. Retomar, en el teatro,
la identidad perdida.
Mucha información. Medios. Identidad.
Racismo. Además de una estética. Después de ese movimiento por la lucha en pro
de los derechos civiles, nada podía ser igual. Luis Valdez alimenta los fundamentos
de la comedia del arte, primero, con el conocimiento de las teorías del
distanciamiento escénico enarboladas por Bertolt Brecht, luego, el juego
actoral con el bilingüismo, ofreciendo un ritmo peculiar en el habla de los
personajes, los carteles alusivos al personaje.
En la obra iniciática los personajes son
simples. El patrón, el obrero, la relación, el conflicto. Poco a poco la
estructura crece, va más allá del llamado a la huelga. La familia como
estructura la hace más compleja. La jefita, la relación de pareja. Pero,
además, la escritura se transforma; lo que en un principio fue diálogos
situacionales, ahora entran las acotaciones; y va más allá cuando se plantea al
teatro como una reflexión al mundo. Zoot Suit es eso. Además de mencionarla
como la obra cumbre con la cual el Pachuco entra a Broadway, sintetiza la
problemática de una identidad más allá de lo institucional. Como lo escribió
Augusto Boal: El teatro del oprimido es un ensayo de la realidad.
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