Por: Blanca Nieves Palacios Barreda
Sostenía el filósofo, Platón: "la política, es el arte de gobernar a los hombres con su consentimiento"; por su parte, quien fuera su discípulo, Aristóteles afirmaba que: "la ética, desemboca en la política".
Los últimos acontecimientos de los que los mexicanos hemos sido testigos, en relación con los Partidos políticos, nada de lo dicho por estos dos grandes filósofos se apega a la realidad, sobre todo lo dicho por Aristóteles, porque si de algo ha habido ausencia es la falta de ética en sus acciones como personajes políticos que son.
Por principio el haberse otorgado a 3 organizaciones su registro como Partidos, dejó mucho que desear, porque lo que menos deseábamos los ciudadanos es que, se agregaran a la lista nuevo Partidos; primero por la gran cantidad de dinero que cuesta mantenerlos y segundo porque ninguno de ellos cumplía a cabalidad los requisitos para ese fin.
Nos seguimos preguntando, ¿por qué se ponen oídos sordos a lo que son los deseos de la ciudadanía?, igualmente nos preguntamos: ¿ante quién habremos de recurrir para ser escuchados y les sean retirados los miles de millones de pesos que se les entregan a estos grupos de políticos que forman parte de esos Partidos y ese dinero sea destinado a mejores causas como la educación, la cultura, la salud y al deporte sano?
No hay una instancia cuya autoridad rebase la de las ya existentes, que sin inclinación política escuche la voz de quien supuestamente tiene el poder en un sistema democrático, el pueblo. No podemos hablar de Diputados y Senadores hace mucho dejaron de ser " la voz del pueblo”, si es que alguna vez lo fueron.
Eso ha quedado demostrado, lamentablemente, en la elección de la mesa directiva del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), cuando sin una pizca de ética y respeto hacia su militancia, menos aún hacia la ciudadanía que los mantiene, legisladores, "piden permiso" para ir tras otro puesto, en el que se manejan miles de millones de pesos.
La injerencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en este proceso de elección interna (?), de los dirigentes de un Partido político, sigue siendo inexplicable e injustificable a los ojos de todos, militantes y no militantes de MORENA, menos aún se entiende la intromisión, del Instituto Nacional Electoral (INE), cuya argumentación era que: "acataban el mandato del TEPJF".
Lastimoso que en su ambición, los aspirantes a ocupar esos puestos directivos, lo hayan permitido, especialmente los políticos de larga trayectoria y acostumbrados a vivir del erario público, Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo quienes, mutuamente se exhibían como lo que son, unos verdaderos vividores de la política, que en aras de destacar y aprovecharse de subsidios y prerrogativa, se insulten, se golpeen, se descubran sus fechorías, para luego, "hacer un llamado a la unidad", para dirigir al más fuerte Partido político, hoy por hoy, aun cuando se señalaron como hombres y mujeres, entre ellos, Yeidkol Polevenski, como supuestos delincuentes, por haber hecho uso indebido de muchos millones de pesos.
Tomar muy en serio lo dicho por el escritor Eduardo Galeano en su magnífica poesía, OJALA, y llevarlo a la práctica sería un verdadero acto de congruencia y valentía por parte de la militancia de MORENA, "Ojala podamos ser desobedientes cada vez que recibimos ordenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común".
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