domingo, 26 de junio de 2011

¿Qué es ser escritor?


En este momento de mi vida descubro la importancia de las letras, por tal motivo comprendo el respeto que se les debe tener. Entiendo que es una causa de expresión artística que me ayuda a ser, el ser y el estar en este mundo maravilloso de la literatura convirtiéndose en el lenitivo de mi alma mi modo por el cual vivo, aunque no un modo de vida.

He llegado a comprender que la esencia de un escritor es el alma de creador, su capacidad para transformarse en padre o madre dando vida a un hijo que nace desde las mismas entrañas para entregar al lector por eso mismo en ocasiones es doloroso parir un escrito.

El que se diga escritor debe estar dispuesto a co-participar con su YO escritor y su YO lector, estando consiente de que el escritor es el medio por el cual el otro se comunica.

La creación literaria es una labor ardua que requiere una predisposición a priori y gran voluntad a posteriori, pasando por el beneplácito o no de las musas, buscando la fuente de la inspiración

Un buen escritor debe haber leído sin rechazo a ningún género pasando desde los clásicos hasta lo más nuevo, solo así adquirirá una universalidad de la literatura Debe tener un mínimo de nivel crítico, literario y de conocimiento lúdico, es decir estar dispuesto a entrar en el juego y reglas que impone la literatura no te puedes escapar a ello; estar dispuesto a soñar, crear, imaginar, palpar la realidad y ser capaz de representarla y en su caso transformarla

En todos los juegos hay reglas eso es lo que se debe imponer al escribir, la literatura pone limites por eso hay géneros y se deben respetar. Es mejor decir más con menos, no por expandirse se tiene un mejor texto.

Un buen escritor es aquel que por medio de palabras hace que lo más sencillo se convierta en lo más interesante y extraordinario en el alma del ser humano,; muchas veces nos enfrentamos con libros que en su contexto plasman la ortografía más pura, más completa e integra que puede existir, pero aún así no logran captar la esencia misma del relato.

Una cosa es tener la idea, otra es poder expresarla en forma correcta. Hay quien esta limitado en su forma de expresión por sus pobres recursos de léxico o por el pobre manejo de la palabra. Grandes ideas que no llegan al lector en forma clara o digna.

Una cosa es escribir y publicar y otra es hacer literatura.

No debe alejarse nunca de la sensibilidad para que lo humano cotidiano se transforme en escritura bellamente adornada y que los sitios comunes sean universos dentro de un pequeño universo, siempre ateniéndose a las reglas de la literatura.

Las palabras sin sentido o forma, sin lógica y sensibilidad no pueden nacer.

No se es escritor por tener buenas ideas, un escritor es un ser Humano completo, conocedor de los vaivenes de la vida y del ser común .Conocedor de las distintas personalidades que adquiere el personaje, debe sentir cada palabra que escribe si no es así que deje de escribir y si quiere que le llamen escritor que ¡escriba! Y para ello debe poseer las herramientas necesarias, para poder expresarse y llegar al sitio correcto, el lector.

No es ético colgarse de los triunfos robándose el trabajo arduo de otros, porque entonces se esta cometiendo el delito de plagio.

Mi lema principal es: “Las criticas destruyen el EGO pero fortalecen el espíritu”. Ningún acto literario es para envanecerse, cuando respondes a tu vanidad se convierte en un acto humillante, entonces en ese momento abandona la literatura por que solo escribes para que te alaben.

Un escritor que no tenga las anteriores cualidades no es digno de llamarse ESCRITOR.


Victoria Falcón Aguila D.R 2011

martes, 21 de junio de 2011

Redención

Ilustración: Victoria Falcón Aguila D.R


En tu imaginario simbólico plasmo mi expiación. Buscando él, mi perdón.
Camino entre la certidumbre e incertidumbre, dentro de esta crisis existencial, provocada por duelos no afrontados, de desesperanza, soledad y tristeza.
Me reencuentro conmigo y me encuentro contigo convertida en luz.
Iluminas mi camino y me haces entender que no debo tomar atajos, pues aunque cortos nunca serán mejor. Que soy lo que soy e igual me debo aceptar.
Siendo ser tengo el saber y el no ser es un error, que las apariencias conlleva la doxa.
Entiendo que la soledad es la ausencia del otro y la tristeza es la ausencia de mí.
La desesperanza, es una ideología adversa a existir.
Te pido mi purificación.
Mi yo inteligente encuentra explicaciones concluyentes, que si coexisto con el encanto y desencanto, aun así debo vivir y resistir.

                               

Victoria Falcón Aguila  D.R  2011

miércoles, 1 de junio de 2011

Cristal en el paraíso

                                    



La oscuridad se hace presente Cristal comienza a ser dominada por el miedo a lo desconocido, solo el trinar de los pájaros logran darle un poco de calma.
La espera es torturante no le gusta estar con los ojos vendados siempre evita lo más que puede estar en tinieblas y hoy esto… no le agrada.
Los vellos de su brazo se erizan, debe calmarse no se puede concentrar, sus compañeros están inquietos lo mismo que ella, hablan mucho.
Todavía no se aprende sus nombres pero ya les tomo confianza: la que está a su lado le gusta el café cargado con azúcar quizá por eso es que esté inquieta,; tómando fuerza Cristal trata de calmarla si lo logra ella también se relajará.

Siente una mano en su mano, es el guía que vino por ella. Uno, dos pasos, siente miedo, en el tercero le entra la desconfianza, está atenta a las indicaciones afina bien el oído, no quiere accidentes.
Cuarto y quinto logra pisar firme y se deja guiar aferrándose del brazo de quien la conduce. El olor a tierra mojada invade su nariz es agradable a su olfato siente la frescura, una rama le roza el brazo todo esto le indica que ya están en el jardín, su confianza esta depositada en la persona que camina a su lado.
El paso es lento pero seguro no hay temor ni desconfianza total relajación, la voz que le habla logro calmarla confía en él aún cuando la deja aferrada a un poste sabe que no la abandonara.
El guía regresa para depositarla en un columpio, siente que regresa a la niñez le vienen recuerdos de cuando se columpiaba en el naranjo del patio de su casa. Permite que el viento le toque su cabello se siente bien, el gusto le duro poco aún así lo disfruto.
Esta feliz por eso no le importa sentarse en la tierra y empolvar su ropa con sus dedos juega la arcilla siente su textura, se relaja y deja que el sol bese su cara, sus sentidos están despertando puede escuchar a personas escogiendo y comprando plantas, un par de enamorados y alguien haciendo ruido con una bolsa de plástico, ¿que hace ese material aquí entre tanta naturaleza?
La risa de una compañera le llama la atención desea emularla comienza a divertirse relaja sus piernas, sus muslos, se tira para atrás y expande su pecho respira hondo y se siente Eva en el paraíso pierde la noción del tiempo comienza a ensoñar entre tanto árbol ¿alguno tendrá el fruto prohibido?
Crea su propio paraíso Terrenal, donde se le permite descansar y su cuerpo sin reservas corre libre entre los arboles frondosos, no necesita la hoja de parra por que va a en busca del fruto, ese que llaman prohibido.
El calor comienza a subir por brazos y cuello pretende llegar a los labios, una voz le corta su avance, le cuesta alejarse del ensueño la luz penetra sus pupilas provocándole un despertar abrupto: por unos segundos no puede ver.
Se incorpora sin desearlo esta molesta por no haber probado la fruta por eso no se lleva nada y hasta el polvo se sacude. . Cristal vuelve a su mundo sin paraíso y sin Adán.

 Victoria Falcón Aguila  2011 D.R