miércoles, 1 de junio de 2011

Cristal en el paraíso

                                    



La oscuridad se hace presente Cristal comienza a ser dominada por el miedo a lo desconocido, solo el trinar de los pájaros logran darle un poco de calma.
La espera es torturante no le gusta estar con los ojos vendados siempre evita lo más que puede estar en tinieblas y hoy esto… no le agrada.
Los vellos de su brazo se erizan, debe calmarse no se puede concentrar, sus compañeros están inquietos lo mismo que ella, hablan mucho.
Todavía no se aprende sus nombres pero ya les tomo confianza: la que está a su lado le gusta el café cargado con azúcar quizá por eso es que esté inquieta,; tómando fuerza Cristal trata de calmarla si lo logra ella también se relajará.

Siente una mano en su mano, es el guía que vino por ella. Uno, dos pasos, siente miedo, en el tercero le entra la desconfianza, está atenta a las indicaciones afina bien el oído, no quiere accidentes.
Cuarto y quinto logra pisar firme y se deja guiar aferrándose del brazo de quien la conduce. El olor a tierra mojada invade su nariz es agradable a su olfato siente la frescura, una rama le roza el brazo todo esto le indica que ya están en el jardín, su confianza esta depositada en la persona que camina a su lado.
El paso es lento pero seguro no hay temor ni desconfianza total relajación, la voz que le habla logro calmarla confía en él aún cuando la deja aferrada a un poste sabe que no la abandonara.
El guía regresa para depositarla en un columpio, siente que regresa a la niñez le vienen recuerdos de cuando se columpiaba en el naranjo del patio de su casa. Permite que el viento le toque su cabello se siente bien, el gusto le duro poco aún así lo disfruto.
Esta feliz por eso no le importa sentarse en la tierra y empolvar su ropa con sus dedos juega la arcilla siente su textura, se relaja y deja que el sol bese su cara, sus sentidos están despertando puede escuchar a personas escogiendo y comprando plantas, un par de enamorados y alguien haciendo ruido con una bolsa de plástico, ¿que hace ese material aquí entre tanta naturaleza?
La risa de una compañera le llama la atención desea emularla comienza a divertirse relaja sus piernas, sus muslos, se tira para atrás y expande su pecho respira hondo y se siente Eva en el paraíso pierde la noción del tiempo comienza a ensoñar entre tanto árbol ¿alguno tendrá el fruto prohibido?
Crea su propio paraíso Terrenal, donde se le permite descansar y su cuerpo sin reservas corre libre entre los arboles frondosos, no necesita la hoja de parra por que va a en busca del fruto, ese que llaman prohibido.
El calor comienza a subir por brazos y cuello pretende llegar a los labios, una voz le corta su avance, le cuesta alejarse del ensueño la luz penetra sus pupilas provocándole un despertar abrupto: por unos segundos no puede ver.
Se incorpora sin desearlo esta molesta por no haber probado la fruta por eso no se lleva nada y hasta el polvo se sacude. . Cristal vuelve a su mundo sin paraíso y sin Adán.

 Victoria Falcón Aguila  2011 D.R


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